Con información de Liubomir Fernández/URPI-LR
Puneños rumbo a Lima. Ciudadanos del sur del país se embarcaron hacia la capital del Perú. Este lunes 27 de febrero, se alistaron y subieron a los buses que los esperaban para partir.
La República transmitió en vivo desde varias provincias de la región del altiplano, donde puneños despidieron a sus coterráneos que viajaron a Lima para protestar en contra del Gobierno de Dina Boluarte. “Movilizaciones por la dignidad y el patriotismo”, es la nueva denominación que le han dado a las manifestaciones.
Desde la mañana de este lunes, ciudadanos de Ilave y Juli se alistaron para viajar. Ellos fueron parte de una emotiva despedida con espíritu de lucha entre músicos, pequeñas asambleas para ultimar detalles, gestos de cariño y buenos augurios de los demás pobladores.
Ilave. Foto: Liubomir Fernández/URPI-LR
Se pudo ver cómo los despachaban con alimentos para comer durante los días que estarán allá, productos para que puedan resistir en Lima y que ellos mismos siembran y cosechan, dijo una mujer aimara. Contó también que entre ellos colaboran con todo lo necesario para que nada les falte a sus representantes y que son aportes voluntarios porque son protestantes autoconvocados.
Los habitantes de Puno partieron debidamente registrados en caso de que les suceda algo en la capital peruana. Mientras ellos acuden a Lima, la huelga indefinida continúa en la región.
Juli. Foto: Liubomir Fernández/URPI-LR
"La discriminación que existe de parte del Gobierno para nuestra región nos afecta mucho. El centralismo nos obliga a viajar a Lima porque de otra manera no nos escuchan, haciendo huelgas en Puno nadie nos escucha. Llamamos a la comunidad internacional para que nos apoyen", manifestó una lugareña que despidió a sus paisanos.
Informaron que pretenden ser entre 1.000 a 2.000 pobladores por cada una de las 13 provincias de la región. Se trasladan en caravanas con la presencia de abogados y otras previsiones que tomaron para que no los puedan detener en la carretera como en anteriores ocasiones.
La República pudo transmitir con el permiso de autoridades aimaras, ya que los ciudadanos se mantienen con recelo frente a la prensa nacional.