Las heladas en Cusco y el friaje en Madre de Dios, provocaron un estado de emergencia en la agricultura y zozobra en la población. Se han originado daños en cultivos y la muerte de animales en provincias altoandinas.
La Municipalidad Provincial de Espinar, informó que las granizadas que cesaron el último jueves 23 de febrero afectaron a más de 100 parcelas de papa y otros productos altoandinos.
Los pobladores del distrito de Condoroma en Espinar, reportaron también la muerte de más de 50 alpacas. Autoridades declararon el distrito en estado de emergencia y exigen acciones del gobierno central.
La provincia de Canas en Cusco, se encuentra en la misma situación. Una fuerte granizada afectó el 90% de los cultivos de la zona en la comunidad de Surimana del distrito de Tupac Amaru.
En esta misma provincia, pero en el distrito de Checca, las comunidades de Anansaya, Ccollana, Chorrillos, Consa y Harina Tucsa también reportaron cultivos afectados por granizadas. En la provincia de Canchis, la granizada afectó a las comunidades campesinas de Ccuyo y Mamuera, en el distrito de Maranganí, se perjudicaron decenas de hectáreas de campos de cultivo, viviendas y galpones de cuyes. Pobladores reportan que el tamaño del granizo era equivalente a una canica grande.
En Madre de Dios, la oficina de Defensa Civil alertó a las provincias del Manu y Tahuamanu sobre temperaturas mínimas a 18° C, además de un incremento en la sensación de frío y ráfagas de viento.
Este es el segundo friaje del año en la selva de los departamentos de Madre de Dios, Cusco, Huánuco, Junín, Pasco, Puno y Ucayali.
Según Indeci, cusqueños y pobladores de Madre de Dios deberán evitar los cambios bruscos de temperatura. Los ancianos y los niños son la población más vulnerable y su exposición a temperaturas bajas debe ser mínima. Senamhi informó que del 23 de febrero al 1 de marzo las lluvias en la selva y la sierra serán constantes.
La granizada afectó a más de 800 familias en Puno. El granizo alcanzó en algunos casos hasta 25 centímetros de altura. Las pérdidas son del 100 % en cultivos de papa, quinua, habas, papalisa, oca, avena y cebada. Los animales de estos pobladores también se quedaron sin alimento. El siniestro ocurrió por la madrugada.