Con gritos de "corruptas" y "asesinas", un nutrido grupo de ciudadanos de Trujillo llegó hasta las afueras del hotel Gran Recreo, donde se alojaban las parlamentarias Maricarmen Alva, Norma Yarrow y Patricia Chirinos, para rechazar su presencia en la ciudad. Los civiles también cuestionaron la labor de las congresistas por no apoyar el adelanto de elecciones que diferentes colectivos sociales piden a nivel nacional.
Las parlamentarias tuvieron que salir del hotel escondidas en automóviles con lunas polarizadas, los cuales fueron atacados a huevazos por las decenas de trujillanos.
Una de las que reclamaban se puso guantes quirúrgicos y se manchó las manos de sangre como referencia a las personas fallecidas durante las protestas que piden la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del Congreso de la República y el adelanto de elecciones generales.
“Estas congresistas son unas personas degeneradas, porque no tienen vergüenza, no tienen moral, pero tienen hospedaje y creen que son bien recibidas por el pueblo de Trujillo. Los trujillanos las repudian y esta es la manifestación del pueblo; lamentablemente, no estamos todos, pero poco a poco irán llegando, porque estas personas no merecen pisar suelo trujillano”, dijo uno de los protestantes.