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Sociedad

Patricio Valderrama: En Lima nos espera, sísmicamente, un terremoto mayor al de Turquía

De acuerdo al geólogo peruano, en la capital peruana hay energía suficiente para generar un movimiento telúrico de 8.5 u 8.8 grados. "El escenario va a ser similar, por lo menos respecto a daños y víctimas", señaló.

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En un eventual terremoto en Lima, el tsunami alcanzaría las costas de Australia. Foto: La República

Dos días después del terremoto de 7.8 grados que azotó Turquía y Siria, aún siguen en aumento las pérdidas humanas y materiales. En Perú, el recuerdo más reciente que poseemos de un evento similar es el terremoto de Ica del 2007. El desastre fue tan grande que todavía, 16 años después, quedan trabajos pendientes por realizar. En el caso de Lima, la ciudad más poblada del país, podría haber consecuencias graves ante un movimiento telúrico. Patricio Valderrama, geólogo y PhD en Ciencias de la Tierra, indica que las situaciones de la capital peruana y de las ciudades afectadas en Asia no son tan diferentes y que incluso el resultado podría ser peor acá.

—Conociendo el silencio sísmico que hay en Lima, ¿nos espera un terremoto de parecida magnitud al que se vivió en Turquía?

Tenemos más similitudes que diferencias, como el tipo de suelo, la característica de las construcciones, la superpoblación de algunos sectores. El escenario que podríamos tener para Lima es bastante parecido. Si bien es cierto que, dado el acoplamiento y el tema del silencio, que no tenemos un terremoto importante en el centro del Perú hace cientos de años, el escenario que nos espera, sísmicamente, es un terremoto mayor al de Turquía. (Ahí) el sismo más grande ha sido de una magnitud 7.8. Nosotros tenemos la energía suficiente para generar una magnitud de 8.5 u 8.8; el escenario va a ser similar, por lo menos respecto a daños y víctimas. (Además) aquí en Lima se espera una fractura de 400 kilómetros. Es 30 veces más, no el doble, no el triple, 30 veces más. 

—¿Perú y Turquía comparten características similares en cuanto al tipo de suelo?

Turquía tiene un área arenosa, de playa, montañosa, de ríos. Entonces, el Perú, si nos ponemos a ver… La región de Lima, no Lima Metropolitana, sino todo Lima, también tenemos playa, montaña (Chosica, Chaclacayo, Matucana), ríos, suelos arenosos. Entonces, es un escenario muy parecido. Otro adicional es que hace 25 años, para ser exactos, Turquía vivió un boom inmobiliario, tal como el boom inmobiliario que nosotros estamos terminando de vivir.

—¿Es cierto que un factor que contribuyó al desastre de Turquía fue la mala edificación?

Es evidente cuando tú ves edificios que se caen como castillos de naipes, que no han cumplido con la norma sísmica… Y acá la realidad peruana es mixta. Por un lado, tenemos los grandes edificios, de 20 o 25 pisos, construidos por inmobiliarias importantes que son o que deberían ser muy seguras; y, por otro lado, tenemos asentamientos comunales íntegros, distritos enormes que han sido construidos sin ninguna supervisión técnica de ingeniería. Es el famoso fenómeno de la autoconstrucción. Y si a esto le ponemos el adicional de que, además de una mala construcción, estás en una zona de riesgo, el factor se te complica muchísimo más.

—¿Esa parte de Turquía tenía un silencio sísmico similar al de Lima?

El terremoto de Turquía ha nacido por la unión de tres placas geológicas. Nosotros tenemos dos y ese terremoto ha nacido en la unión de la placa Anatolia con la placa Arábica. Entonces, estas se mueven, de un costado a otro. Una se mueve hacia la derecha, otra se mueve hacia la izquierda. Esto se llama strike-slip y no genera acumulación de energía. Pero cuando se mueven liberan una cantidad de energía. No tienen una bolsa acumulada como la tenemos en la costa peruana, que es por otro proceso, que es cuando una placa va por debajo de la otra. Eso se llama subducción.

—En una ciudad de 10 millones como Lima, los daños pueden llegar a ser devastadores…

Hay varias realidades. Está la que no sé por qué motivo le llaman Lima Moderna, que seguramente sí va a tener edificios que soporten y no va a pasar mucho ahí, y por otro lado están los anillos de construcción urbanos, donde no solamente va a haber daño estructural, recursos, falta de servicios básicos (agua, luz, gas). Esto ya lo tenemos identificado desde el 2010, cuando se elaboró el plan de riesgo sísmico para Lima. Son 13 años. ¿Qué hemos hecho en 13 años para cambiar esa realidad?

—¿Qué genera más riesgo, el tipo de suelo o la forma de construcción de las casas o edificios?

Yo creo que prima el tipo de construcción. Si haces un edificio especial para suelo arenoso, no se va a caer, pero, si tú tienes un suelo muy bueno o muy malo, y construyes una edificación sin la norma técnica, el edificio va a colapsar. Entonces, digamos que es una mezcla de los dos, pero es un 70% la calidad de la construcción y un 30% el tipo de suelo. 

—¿El tsunami que se puede generar en la costa peruana puede llegar hacia Australia?

—Vámonos a un símil que tuvimos en Chile, el año 2010. Con un 8.0 el tsunami alertó a toda la cuenca del océano Pacífico. Se registraron olas de tsunami menores, pero se registraron en Nueva Zelanda y Japón. Entonces, un evento un poco mayor que va A ocurrir acá, sin duda, sería un tsunami oceánico total. Afectaría toda la cuenca del océano Pacífico.