El acta fiscal que se realizó sobre el lugar donde mataron a Víctor Santisteban Yacsavilca, el primer fallecido durante las protestas en Lima, dejó en evidencia rastros de bomba lacrimógena y escopeta, según documentos obtenidos por La República. Entre los objetos que se hallaron había nueve componentes de aluminio circulares de cartucho de gas lacrimógenos (pequeños), dos componentes circulares de plástico color gris con cabeza metálica de estoleta de granada de proyección, dos casquillos de escopeta con cuerpo de material sintético, una tela con sangre y canicas metálicas.
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"Se encuentra en el lugar cinco casquillos de granada lacrimógena de similares características a las recogidas con unidades de aluminio. Se aprecia sobre la pared banderas, letreros, cajas de cartón, jeringas, papel y objetos diversos. Se procede a hacer una medida referencial desde el centro de la mancha pardo rojiza hacia el este con dirección a las rejas del parque Universitario, en el sentido oeste a este, hasta el vértice de la reja del inmueble 1398, instalada en el borde de la vereda, siendo una distancia de 71 metros...", se lee en uno de los documentos.
Otros objetos encontrados fueron 10 componentes circulares de material sintético color gris (mediano), un casquillo de escopeta calibre 12 marca Nobel con cuerpo de material sintético color verde, un contenedor de granada lacrimógena de proyección o de mano con cuerpo de aluminio color gris, un casquillo de granada lacrimógena marca Cóndor y dos fragmentos de cemento, uno con pintura color amarillo.
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En la diligencia participaron Ernesto López Caycho como representante de la oficina de Peritaje del Ministerio Público; el congresista Roberto Sánchez Palomino, Katya Pinedo Torres, de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos; Alicia Elizabeth Santisteban Rodríguez (hermana de la víctima); y el comandante PNP Javier Pinedo, de la comisaría de Cotabambas.
Foto: La República
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