¿Cómo salimos de este clima polarizado? Desde diversos frentes se pedía que Dina Boluarte pida perdón, pero que ese gesto vaya acompañado de su renuncia.
Es la primera mandataria y responsable de todo lo que está sucediendo en este momento en el país. Claramente, no representa la elección por la cual ella salió vicepresidenta. Tiene que renunciar.
Tras esta renuncia, ¿es posible que se instaure el diálogo en un proceso tan polarizado?
Lo primero que hay que asegurar es con quien se dialoga. Los que están ahora en el Congreso y en el Ejecutivo, no son interlocutores válidos para la población. Lo que tenemos que hacer ahora es adelantar las elecciones lo más que se pueda, la renuncia de Boluarte, la tacha de la mesa directiva para que haya una nueva. Eso dará la posibilidad que las autoridades, que serían los interlocutores de la población, adquieran un mínimo de legitimidad para poder dialogar, porque ¿con quién se dialoga si la población no le reconoce ninguna representatividad?
¿Cómo se interpreta que desde la masacre de Juliaca hasta cuatro días después la señora Boluarte, no salió a dar la cara y el único que habló fue el premier Otárola, y ni siquiera para pedir perdón?
Eso se llama terquedad, tozudez, ceguera o la instalación de defensa de intereses que desconocemos, que no son los que la población está buscando. En este momento, la salida es muy clara, lo que no se está haciendo de parte del Ejecutivo y del Congreso implica o ceguera absoluta o desprecio por la población.
Protestas en Puno se detuvieron temporalmente debido a los funerales en Juliaca. Foto: Liubomir Fernández-URPI
El jueves renunció el ministro de Trabajo y en su carta le indicó a la presidenta Boluarte que tiene que haber nuevos rostros y pedir perdón. ¿Se espera que los demás ministros sigan ese camino?
Cada persona que está en un puesto como el ministerio está cumpliendo un rol político clave o está avalando y siendo parte de lo que Ejecutivo y el Congreso están propiciando: una represión con muerte, con matanza; o un reconocimiento del poder y del derecho de la ciudadanía a decidir quién lo gobierna. Cada ministro que renuncia o deja de renunciar está en esa opción, está avalando lo que sucede o deja de avalar.
¿Ha visto el papel de los congresistas del sur, por ejemplo, el de Edwin Martínez, quien señala que los manifestantes están promovidos desde la minería ilegal?
Me parece, por lo menos, irresponsable. Cuando en realidad lo que está azuzando a la población es la actitud terca, tozuda y de espaldas a la población que está teniendo el Ejecutivo y el Congreso. No puede ser que estemos escuchando a congresistas y autoridades decir que metan bala a la población, ¿qué es esto? Eso no es ni siquiera antidemocrático, sino salvaje. Los congresistas tienen que darse cuenta que ya no están representando a la población, y por lo tanto, no tienen derecho a estar donde están.
¿Cómo se explica el apoyo que todavía tiene el expresidente Pedro Castillo, pese a las denuncias por indicios de corrupción?
La población está votando por el cambio desde hace muchísimo tiempo. En los 90 se votó contra Fredemo que representaba el mercado y una política neoliberal. En los 2000 cuando se trajo abajo a Fujimori, también era contra el neoliberalismo, contra el mercado y el capitalismo salvaje, el voto por Ollanta también lo fue. El voto a favor de Pedro Castillo también lo es, es un voto que busca cambiar drásticamente la sociedad y el símbolo del cambio se convertiría en la Constitución. Hay que comprender que la población está buscando un cambio de rumbo en la política económica, social, desde hace 30 años. Castillo ha sido el último momento en que ese voto por el cambio se ha manifestado y se le está defendiendo por eso, porque queramos o no, sigue representando el cambio. Quienes están ejerciendo el poder representan el conservadurismo, el mercado, el neoliberalismo que son las cosas que la población quiere modificar. La imagen que tiene la población es que no se le dejó gobernar, se le empezó a vacar desde antes que asumiera la presidencia. Si bien se ha hablado de muchos elementos probables de corrupción, en ninguno de ellos, se ha avanzado hacia una comprobación. Las evidencias de la población son: te has traído abajo al presidente que yo elegí, lo has hostigado y no los ha dejado gobernar desde antes que comience el gobierno.
Pedro Castillo se encuentra recluido en el penal Barbadillo. Foto: Captura Justicia TV
Un sector dice que fue el Congreso el que dio el golpe, además sostienen que no votaron por Dina Boluarte. Pero, sabemos que cuando se votó por Castillo, también se le dio la confianza a ella.
Pero Dina Boluarte ya no está representando lo que significó su elección. Ella está representando las fuerzas del Congreso que permanentemente quisieron vacar a Castillo. La población la ve como traidora.
Desde lo ocurrido en Juliaca, las protestas se han extendido en el país, pero en Lima, si bien ha habido algunas movilizaciones, no hay más. Parece que fuera otro país. ¿Está partido el Perú?
El país está partido desde hace décadas. Lo que pasa es que no lo hemos querido reconocer y queremos negar una parte de la población. Como en cada pico de la crisis, notamos eso. Lo mismo dijimos en el 14N, en la marcha de los 4 suyos. En Lima salieron el jueves de forma multitudinaria, es cierto que no en el tono de las regiones, pero se ha manifestado de forma fuerte y si sigue así, espero que eso de la definición de que somos un país.
¿Qué opinión tiene del manejo de la información de todas las protestas?
Lamentablemente, las cadenas y diarios nacionales han tenido un rol nefasto en todo este proceso, han ocultado y manipulado la información. Siguen con la perorata de azuzadores, violentos, cuando hay evidencias terribles de policías disparándoles a personas que caminan por la calle, ni siquiera es un choque en el cual se encuentran dos. Los medios están cumpliendo un rol fatal y no es de ahora, sino desde antes. El cargamontón y la poca dignidad que plantearon en esta lucha Ejecutivo – Congreso ha sido fatal y es la misma que vemos desde el 2016. Y con el de Castillo, cada ministro o cada nombramiento era espulgado hasta quien era su abuelita o cuántos nietos tuvo. Hoy en día no sabemos nada de los nuevos ministros de turno ni para bien ni para mal. La parcialidad de los medios ha sido una evidencia clara que hace que la población también esté enojada con ellos y ojalá aprendan algo de todo esto.
Protestas en Cusco. Foto: La República
Justamente lo que han destacado los medios internacionales es el racismo, la desigualdad y la pobreza que flagela al país. ¿Son estos factores claves en la movilización?
Claramente, la población ha visto cómo su situación de pobreza se ha ido agravando, incluso cuando decían que las cosas estaban mejor. Recuerdo una caricatura clarísima de un censador en una casa precaria diciéndole: ah usted ya no es pobre, pese a no tener luz, ni agua. Entonces la gente dice de qué se trata, ya somos un país próspero, pero sigo siendo pobre. Trabajo 14 horas, sin seguridad social, beneficios, etc. Como le pueden decir a la población que ha dejado de ser pobre, cuando sus evidencias de vida dicen lo contrario (…).
¿Cuán difícil va a ser que se encamine este nuevo proceso electoral que la gente pide para este año y qué candidatos vamos a tener en tan poco tiempo?
Eso no lo sabemos, se decantarán algunos procesos y será complicado un proceso electoral, sin cambios institucionales importantes, sin partidos políticos fuertes, sin instituciones que ayuden a hacer bien las cosas. La primera bandera es proteger el sistema electoral, no se puede permitir que también se capture el sistema electoral teniendo evidencias que tanto el JNE y la ONPE han tenido una actuación impecable en los últimos procesos. No permitir que sea tomado como ha sido el Tribunal Constitucional. Luego hay que jalar para adelante, cierto que las elecciones no van a solucionar los problemas estructurales del país, pero tiene que solucionar este pico de crisis política (…) y generar otro gobierno que pueda abrirnos a una ruta de mejor entendimiento. En eso parece ser clave, el tema de la Constitución, necesitamos mejores términos de organización de la sociedad y los grandes términos están en la Constitución.
¿Se necesita una reforma constitucional?
Sí, la población lo pide a gritos y hay que poner los temas en debate.