“Sigo dando la vida por los pacientes de la UCI”, confiesa Gladys Paredes al lado de su compañera de trabajo Yanett Muñoz. Ambas son las más experimentadas enfermeras intensivistas desde la creación de la Unidad de Cuidados Intensivos en el hospital Honorio Delgado. “Nos gusta la UCI. Es una satisfacción brindar el servicio y devolver la salud a los pacientes que viene postrados y en estado muy grave. Es una sensación que no tiene pago alguno”, sostuvo por su parte Yanett Muñoz.
Paredes de 65 y Muñoz de 66 años de edad, refieren que empezaron su labor en el nosocomio en 1990 en Emergencia. Inmediatamente, al año siguiente las colocaron en esta área crítica en que se busca salvar la vida de los pacientes graves. Relatan que la unidad empezó con 6 camas, 14 enfermeras y solo un médico, Víctor Cáceres Fernández, que se repartía para atender a todos y que además fue el primer jefe del área. No tenían técnicos, ni personal de limpieza, por lo que todas las labores tenían que repartirse las enfermeras.
La UCI fue inaugurada el 12 de enero de 1991 y este año cumple 32 años. Es paradójica, pero Gladys Paredes señala que se siente feliz y que se olvida todos sus problemas trabajando. “Nos sentimos con las mismas ganas de atender que cuando inició en 1991″, refiere. Muchos de los que salvaron regresaron para agradecer que les hayan salvado la vida.
PUEDES VER: Paro Nacional EN VIVO: confirman primer fallecido en Cusco tras enfrentamientos entre pobladores y la PNP
La unidad recibió su más grande prueba de fuego en la pandemia del COVID-19 desde el 2020. Apenas tenían 6 camas y 5 médicos intensivistas. Con la avalancha de pacientes con coronavirus fue insuficiente los ventiladores para atenderlos.
La médica intensivista Amparo Orihuela, jefa de guardia la UCI del Honorio, recuerda que la disponibilidad era insuficiente. Todas las camas estuvieron ocupadas. “Teníamos el área en el cuarto piso con 6 a 7 camas, pero no nos daba abasto. Se tuvo que abrir este nuevo espacio que actualmente ocupamos y empezamos con doce camas. Tuvimos muchos problemas no había médicos ni personal”.
Orihuela explicó que pese a los problemas han tenido la más baja mortalidad en pandemia que llegó al 30%, mientras que en otros hospitales llegaron al 40% y 50%. La doctora ha trabajado en distintas regiones como Huánuco, pero regresó a su tierra natal Arequipa, en el 2019, meses antes que iniciará la pandemia.
Con la pandemia, de 6 camas UCI se ampliaron a la capacidad máxima de 22. Seis se encuentra en la Unidad de Cuidados Intermedios. Actualmente están en funcionamiento 18, debido a que disminuyó el personal.
El personal pidió a la nueva gestión regional contratar más personal y adquirir equipos.