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Sociedad

Resumen 2022: la estafadora de Tinder que seducía empresarios peruanos y les pedía miles de dólares

La mujer boliviana Consuelo Rivero se presentaba como alguien pudiente y fingía intereses amorosos con sus víctimas. Además, les invitaba a restaurantes caros y asumía el pago de la cuenta para impresionarlos.

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'Estafadora de Tinder: mujer de nacionalidad boliviana operaba en Perú, donde buscaba hombres con poder económico. Foto La República

Consuelo Estrella Rivero Hoyos, una mujer de nacionalidad boliviana, utilizaba la aplicación de citas Tinder para seleccionar cuidadosamente a hombres con poder económico para seducirlos y sustraerles miles de dólares con engaños de venta de lotes y departamentos en Bolivia. Al mismo estilo de Simón Leviev, conocido estafador que saltó a la fama por la plataforma Netflix, en nuestro país fueron varios incautos que cayeron en su vil trampa y sus encantos.

La estafadora de Tinder en Perú y sus víctimas

De acuerdo a Cuarto poder, Consuelo Rivero se presentaba como una abogada de la Universidad Nacional de San Marcos y coordinadora del área legal del programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo en América Latina y el Caribe. Es así como logró captar a su primera víctima, Julio Chirinos, un administrador de empresas, experto en marketing y profesor de postgrado en una reconocida universidad en Lima.

“Pensé que era una persona que quería contactar conmigo para fines profesionales y es por Zoom que en menos de una semana esta persona me enamora. (…) Me dijo que trabajaba en un organismo internacional”, relató Julio Chirinos al dominical.

Chirinos se enamoró ciegamente de la encantadora fémina, a quien le llegó a considerar el amor de su vida. En solo una semana de haberla conocido en Tinder, quedó encandilado y, sin dudarlo, inició una relación sentimental.

Cuatro meses después de que comenzó el vínculo amoroso con el empresario, la “estafadora de Tinder” expresó a su nueva “pareja” sus deseos de comprar un lote en una zona pudiente del norte de Santa Cruz. “Al cabo de un par de semanas, ya estuve compartiendo los gastos de la inversión de un lote de 500 metros cuadrados al norte de Santa Cruz, valorizado en unos 150.000 dólares”, aseveró.

Sin embargo, este no fue lo único, ahora vendría el departamento y el hombre pasó a pagar cuotas mensuales de 1.500 dólares por un inmueble que constaba 220.000. “Jamás le iba a pedir los contratos porque vivíamos acá, teníamos una relación, ya conocía a su familia, conocíamos todo de nosotros”, acotó.

Supuestamente, Consuelo Rivero laboraba en tierras peruanas, pero salía del país constantemente con la excusa de tener un jefe muy exigente. “Yo en ese momento confié en ella que tenía que ir a trabajar”, lamentó Chirinos.

Otra de las cosas que descubrió el administrador de empresas fue que Consuelo no solo mantenía una relación con él, sino que mantenía otra relación en el mismo periodo con Germán Caballero, un empresario dedicado a la agricultura.

La mujer de nacionalidad boliviana operaba en Perú, donde buscaba hombres con poder económico. Foto: captura de América TV

“Quedamos en comer, me invitó a la Huaca Pucllana a cenar. Ella me invitó, pagó todo, me sorprendió y hasta ahí todo bien. (...) A mí me cayó muy bien una persona madura, que trabajaba, independiente. Me sorprendió, nos matamos de risa, fue muy agradable”, afirmó Germán.

Poco tiempo después, Consuelo le sorprendió a Germán con un falso embarazo mediante una ecografía que le envía, lo cual despertó sospechas en el hombre de negocios. Él lo descubrió gracias a que mandó a analizar una supuesta ecografía. “Yo, felizmente, tengo un amigo ecógrafo de los buenos allá en Chiclayo; le pregunté cuánto tiempo tenía y me dice ‘German, tiene 10 a 12 semanas’”.

“La llamo y le digo: ‘Nunca más me vuelvas a llamar, no quiero saber nada más de ti, la foto que me has enviado es de 10 a 12 semanas, eso no es mío’ (...). Fue una mala experiencia, una persona de las más malas que he conocido en toda mi vida”, aseguró.

Otras víctimas

Además de Julio, Germán y otros hombres que no quisieron participar en el informe del dominical, Consuelo Rivera también engañaba a familiares y allegados de sus víctimas.

Isabel conoció a Consuelo hace más de seis años, cuando la boliviana aún estaba casada con uno de sus mejores amigos. Se ganó su confianza, pero la estafadora no tardó en mostrar sus verdaderas intenciones.

“Inicialmente, me dijo 15.000 soles y después me pidió más, en total ella me debe como 42.000 soles (...). Ella sabe perfectamente porque es su negocio, sabe que por préstamo no hay cárcel. Ya prácticamente se desentendió de la deuda”, aseveró.

“Yo nunca la he visto trabajar, vivía de todo el dinero que nos sacaba a las parejas que tiene, ella las ha contactado por Tinder y se ha mostrado como una mujer pudiente, amable y cariñosa. Una vez que capta a las personas, su fin es casarse, es una delincuente, una estafadora”, continuó.

Claudia también fue estafada por Consuelo y recuerda cada detalle del cambio físico de esta mujer, según dijo, para despistar luego de engañar a sus víctimas. “Ella pregunta dónde trabajas, cuánto ganas, ve qué te pones, hasta qué perfume te echas, ella estudia a las personas. Es un fantasma, un holograma, alguien que fingió ser lo que no es”, dijo indignada.

¿Cómo operaba la “Estafadora de Tinder”?

Según lo narrado por las víctimas, Consuelo los contactaba a través de la aplicación Tinder y entablaba una amena conversación para luego concretar una cita. Ella solía esperarlos en restaurantes caros y asumía los pagos de las cuentas en estos establecimientos, con lo que dejaba claro que era una mujer independiente y con un muy buen trabajo.

Luego de ello, sus citas solían volverle a escribir para continuar frecuentándola hasta terminar en una relación amorosa, la que ella aprovechaba para sacarles dinero, ya sea en efectivo o en adquisición de bienes.

“No soy la estafadora de Tinder”: Consuelo Rivero se defiende tras ser acusada de engañar a peruanos

Consuelo Rivero Estrella Rivero Hoyos es acusada por hombres, familias y empresas de engañarlos y arrebatarles miles de dólares, además de propiedades e inmuebles. Sin embargo, ella salió a dar su versión. “No soy la estafadora de Tinder”, mencionó en un reportaje de Cuarto Poder.

En específico, la mujer explicó sus argumentos ante la denuncia que puso su expareja Julio Chirinos. En ese sentido, alegó que el dinero entregado “fue un regalo” y no un fraude.

La estafadora de Tinder nunca realizó su doctorado en San Marcos

Consuelo Estrella Rivero Hoyos no solo mentía al mostrar intereses amorosos por hombres con solvencia económica, sino que también falseaba su récord académico y los lugares donde habría laborado. El equipo de investigación del dominical Cuarto Poder pudo comprobar que ella nunca realizó un doctorado en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, como mostraba en su perfil de LinkedIn.

Consuelo Riveros estuvo presa en Bolivia por estafa. Foto: captura / Cuarto Poder