Tren de Aragua es una organización extranjera reducida en cuanto al número de integrantes en Lima, pero muy fuerte y sofisticada al momento de planificar y dar cada golpe. Los detenidos, en la mañana del sábado en San Martín de Porres, ya son 15, pero “hay mucho más por investigar”, dice una fuente de la División de Homicidios.
Incluso, hay un prófugo que es clave en la organización y con un rol determinante en esta red criminal, cuyo abanico de delitos es tan diverso que va desde la venta de drogas hasta el secuestro. Y como punto más extremo está el sicariato. Así cayó esta temible banda.
La mañana del sábado último, personal de la División de Homicidios tomó conocimiento del asesinato de una persona -aún no identificada- que se encontraba en la urbanización Filadelfia con los ciudadanos venezolanos Enzo Bernie Cubas Montier y Wilger Rafael Gonzales Reyna, quienes resultaron heridos.
Los detectives también descubrieron que los autores del crimen se ocultaban en el segundo piso de un inmueble situado en la manzana C, lote 26 de la cooperativa Copip.
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Cuando los agentes llegaron al lugar, fueron atendidos por el venezolano Ángel José Hernández Moreno (27), quien se puso nervioso. Sobre una mesa había gran cantidad de marihuana, pasta básica y clorhidrato de cocaína. También un colador y una balanza electrónica.
Acorralado, el sujeto confesó en forma espontánea haber participado en el homicidio de su connacional, de quien desconoce su identidad, y de haber lesionado a los otros dos sujetos que se encontraban con la víctima mortal.
Asimismo, narró la forma en la que se trasladó en el vehículo BTY-013 a un ciudadano peruano que había sido secuestrado y por quien venían solicitando a sus familiares una fuerte suma de dinero.
Al mediodía, el detenido condujo al personal policial a la calle Urubamba, lote 25, urbanización Los Rosales. Para ello, los agentes de la División de Homicidios, a cargo del coronel Víctor Revoredo, habían solicitado el apoyo de la Sub Unidad de Acciones Tácticas (SUAT).
Cuando las fuerzas combinadas de la Policía se dispusieron a intervenir, fueron atacadas a balazos desde el interior del inmueble.
Luego de un intercambio de disparos, los sospechosos fueron reducidos y así se logró rescatar sano y salvo al transportista peruano Frank Rodolfo Gayona Tapia (29).
Como resultado del enfrentamiento, resultaron heridos Jhonatan José Palacios (24), José Ramón Ruiz Bolívar (35) y José Juan Hércules Marín (28), quienes fueron evacuados a los hospitales Cayetano Heredia y Arzobispo Loayza.
Los investigadores hallaron gran cantidad de evidencias balísticas en el primer y segundo piso, donde habrían intentado deshacerse de las armas de fuego, tirándolas a las azoteas vecinas y por los desagües.
En el primer piso se encontró cuatro pasaportes peruanos, pertenecientes a Gualberto Aucasime Morales y Ronald Alberto Aucasime Saavedra. También, aparece el nombre de Rosa Angélica Saavedra Peranta. En tanto, en el inodoro se halló una granada de guerra.
En la segunda planta de la vivienda, la Policía halló 60 bolsitas con marihuana y otras 29 con clorhidrato de cocaína, también una pistola Taurus de serie KKN24516, una Browning, un revólver Smith&Wesson y municiones de diversos calibre.
En el inmueble donde se intervino a Ángel Hernández Martínez se arrestó también a los venezolanos Franklín Emilio Fernández Martínez (26), Ricardo Isaac Madrid Ramos (23), Antonio José Torres Anderson, José Torrealva Gonzales (26), Enmanuel José Aguilar Franco (23), Keiber Alberto Andrade Galarraga (22), Miguel Alejandro Albarran Sandoval (19) y Yeibert Michell Fernández Mendoza (30).
También a Tony Josué Rodríguez Rodríguez (23), Yhonnys Daniel Zarraga Zarraga (24), Víctor Hugo Boada Rodríguez (30), Jhonatan José Palacios (herido), José Román Ruiz Bolivar (herido) y José Juan Hércules Marin (permanece internado en el hospital).
Todos fueron denunciaron ante el Ministerio Público por delitos de homicidio calificado en la modalidad de sicariato, lesiones graves, secuestro y contra la tranquilidad pública (banda criminal).
Asimismo, contra la seguridad pública, posesión de drogas y homicidio calificado en grado de tentativa contra el personal de la División de Homicidios y del SUAT.