Puno. El deseo del hombre del campo es una buena cosecha. Eso, a veces, depende de la providencia de “los cielos” generosos en lluvias.
Ese buen deseo, en los últimos años, fue saboteado por el cambio climático. En tiempos reservados para lluvias los veranillos se extienden. O llegan aguaceros torrenciales que destruyen los campos.
Esa aspiración de sobrevivencia fue puesta de manifiesto por los chamanes andinos (Yatiris), durante las ceremonias al ocaso del sol del viernes 5 de noviembre y la salida del sol de la víspera en la isla de los Uros.
El ritual forma parte de la leyenda escenificada ayer sobre la salida de Manco Capac y Mama Ocllo del Lago Titicaca. Ambos emergieron de esas aguas y fundaron el imperio incaico. Nivardo Castillo y Miriam Anahua encarnaron a esa pareja mítica.
Según la interpretación de los chamanes andinos, el año agrícola 2023, será bueno. Con esa visión particular que se le dio a la ceremonia ritual, la pareja mítica abandonó la isla de los Uros para anunciar los buenos augurios.
Manco Capac y Mama Ocllo, zarparon en embarcaciones de totora acompañados de un séquito de guerreros. Melodías guerreras al compás del combo y las zampoñas, anunciaban su avance por las aguas del lago Titicaca.
Desembarcaron en el puerto de Puno. El anuncio de buena señal estuvo acompañado de la entrega al público de semillas de maíz y papa, para que sean sembrados en señal que la alimentación que produce el campo está garantizada porque los fenómenos climatológicos no serán adversos, de acuerdo a la interpretación particular de los brujos andinos que dirigieron las ceremonias rituales al lago.