¡Orgullo gastronómico! El ají de gallina fue elegido dentro de los 10 mejores platos del mundo, según el portal Taste Atlas. Este platillo es uno de los más exquisitos del Perú y, año tras año, deleita a miles de turistas extranjeros.
Una de las variantes de este plato es el ají de pollo y, aunque existen muchas formas de prepararlo, el sabor característico siempre resalta.
Pero ¿conoces cuál es el origen del ají de gallina? En la siguiente nota te contamos la historia detrás de este platillo peruano.
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El ají de gallina es un plato que surge de una función culinaria entre la gastronomía española e incaica. Y, aunque parezca irreal, antiguamente era un plato dulce.
En el siglo XIV, en Cataluña se servía menjar blanc (manjar blanco), que consistía en una pechuga de gallina sancochada en trozos y sazonada con azúcar, nueces, almendras, espesada con harina y arroz.
Con la invasión española, esta preparación culinaria ingresó al imperio inca, pero fue transformada. Se mantuvo la pechuga de gallina, el arroz y las nueces como ingredientes, pero las almendras y el azúcar fueron reemplazadas por el ají amarillo. De esta forma, se obtuvo el peculiar color y sabor.
Ají de gallina: ¿cuál es el origen del plato peruano que está en el top 10 de los mejores del mundo?
De acuerdo a Rodolfo Tafur Zevallos, investigador y docente gastronómico, en 1839 este plato ganó popularidad en Lima:
“Los gendarmes de la Policía Limeña, al inspeccionar las diversas fondas y restaurantes de la ciudad, dan parte de un plato que era consumido por los parroquianos con deleite. Este consistía en hebras de carne de gallina con un sofrito de cebolla, ajos, ají y trozos pequeños de pan, acompañado de papas”, escribió en su artículo “Historia del Ají de Gallina”.
Actualmente, las familias peruanas tienen distintas formas de preparar el ají de gallina. Algunos prefieren usar el pollo en lugar de gallina y, para espesar, optan por el pan remojado o quinua.
Sin embargo, independientemente de los ingredientes y acompañamientos que cada persona prefiera, el ají de gallina seguirá siendo un plato bandera de la gastronomía peruana por su historia, color y sabor.