Jesus Alberto Mora Almeida, trabajador de construcción civil con 27 años de edad, encontró la muerte de la manera menos pensada. “Esperaba a su acompañante, cita”, pero en su lugar llegó un hampón que acabó con su vida, en el exterior del hotel Tavo, ubicado en Canta Callao, Los Olivos.
Las agujas del reloj marcaban las 2.45 a. m. y Mora Almeida se encontraba a unos pocos metros del punto pactado. Llegó al Lugar y sacó su teléfono celular para indicarle a su cita que ya estaba a la espera.
Pasaron 10 minutos y la víctima comenzó a impacientarse. De pronto se acercó un tipo tapándose el rostro con el antebrazo, lo apuntó con un arma de fuego y le disparó tres tiros a la altura de la cabeza, y lo dejó tendido en la acera del hotel.
“Esta es tierra de nadie. Aquí hay mucha delincuencia. Todos los días matan, roban. Incluso tiran los cuerpos al descampado y nadie hace nada. Aquí no conocemos serenazgo ni mucho menos policías”, indicaron los moradores del lugar.
El occiso fue encontrado con todas sus pertenencias intactas, inclusive su teléfono celular entre las manos, lo que hace suponer que al asesino no le importaron las pertenencias de Mora Almeida y solo quería acabar con su vida, según información policial.
Las cámaras del hotel, a donde pretendía ingresar la pareja, registraron el suceso. Ya los archivos fueron entregados a las autoridades pertinentes para que continúen con las investigaciones.