Con información de Joel Robles y Jéssica Merino/URPI-LR
En el 2014, cuando se dio inicio a las obras de la Línea 2 del Metro de Lima, muchos comerciantes de la zona estaban esperanzados en que eso iba a generar mayor movimiento y, por lo tanto, tendrían más ventas. Sin embargo, el proyecto, que debía ser entregado en el 2019, ha perjudicado a negocios y vías, empeorando aún más el tráfico y sin que los vecinos sepan cuándo estará lista.
Además de que, por motivo del estancamiento de la obra, en el lugar reina la inseguridad y el caos vehicular. Ezequiel Ortiz, comerciante de Santa Anita, manifestó a La República que cuando, en el 2014, se anunció la Línea 2 “se llenó de esperanza”, pero hoy ha perdido la cuenta de los oficios que ha cursado al Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) exigiendo que se reabra el tránsito en la Carretera Central, pues su economía agoniza sin solución a la vista.
“No tenemos una fecha para que puedan aperturar los dos tramos, la verdad que nos perjudica bastante”, indicó.
Las estaciones del tramo 1A, que comprenden Mercado Santa Anita, Hermilio Valdizán, Colectora Industrial, Óvalo Santa Anita y Evitamiento; presentan un avance de más del 99,7%. Según el contrato, esto debía operar desde el 2019, luego se postergó al 2021 y ahora nadie sabe cuándo funcionará. La razón inicial fue la demora del Estado en entregar algunos terrenos; hoy, el problema son los desacuerdos entre la concesionaria, el MTC y la ATU.
PUEDES VER: “Hemos solicitado prisión preventiva”: indica directora del Programa Aurora sobre Freddy
Afuera de la estación del Mercado Santa Anita operaban las tiendas que vendían muebles, pero varios de ellos han tenido que cerrar debido a la situación. Juan Goyburu, comerciante de muebles, que tiene más de 30 años en el sector, confesó que difícilmente pueden cubrir sus gastos y solo permanecen un 30% de puestos.
“Este centro comercial se inauguró más o menos en el 2013 y albergaba a más o menos un ciento de expositores que vendían sus muebles, fabricantes, comerciantes de diferentes zonas y atendían a un público de Santa Anita, Ate, La Molina, y ahora estamos lamentablemente, desde hace 8 años, teniendo que ver cómo ayudamos a nuestros expositores para que puedan sobrevivir en esta crisis”, sostuvo.