Roldán Tumi Dësi nació en la comunidad Buenas Lomas Antigua, ubicada en la provincia de Requena, región Loreto. Sus ancestros hablan matsés y se dedican a actividades tradicionales. Sin embargo, él quiso estudiar una carrera para ayudar con el desarrollo de su localidad.
Con mucho esfuerzo ingresó a la carrera de Antropología en la Universidad Nacional de la Amazonía Peruana, situada en Iquitos, pero sus primeras clases no las entendió bien porque solo había escuchado el lenguaje castellano en situaciones puntuales o sabía palabras básicas. Por ello, sus notas no eran tan sobresalientes.
En su afán por mejorar, decidió leer diversos textos en el idioma. Incluso, si tenía oportunidad de escuchar las conversaciones de grupos, lo hacía para que su oído se acostumbre. “Yo quería verme hablando bien el español, quería verme haciendo mis trabajos universitarios por mi cuenta”, narró a Andina.
En medio de esa lección, mejoraba sus calificaciones, pero se dio cuenta de que también necesitaba aprender inglés, debido a que era una exigencia de su carrera profesional. Así es como llegó a una academia, no tan costosa, y estudió por cinco meses. Lamentablemente, no pudo continuar por problemas económicos y porque el tiempo no le alcanzaba para, además, trabajar como pintor y limpiacasas.
Una organización de jóvenes indígenas lo apoyaba con su alimentación y alojamiento (tuvo que cambiar de ciudad para cursar la universidad), pero debía invertir en sus pasajes y materiales de estudio.
En el cuarto año de su carrera, Roldán se enteró del apoyo del Estado llamado Beca Permanencia, al cual se accede por un concurso del Programa Nacional de Becas y Crédito Educativo (Pronabec) del Ministerio de Educación, y es dirigido para jóvenes de universidades públicas con buen rendimiento y escasos recursos económicos.
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Roldán cumplía con los requisitos. Postuló y obtuvo una beca que cubría alimentación, mensualidad y útiles de escritorio. “Qué orgullo sentí en ese momento. Nunca antes había recibido una beca. Desde entonces, ya no me preocupaba por el dinero, solo me dedicaba a estudiar”, dijo.
Finalmente, pudo graduarse con la felicitación de sus maestros y regresar a su comunidad para elaborar proyectos a su favor. Una meta a futuro es realizar una maestría en el extranjero, regresar a Perú y ser docente universitario.
Joven matsés se graduó en Antropología. Foto: Andina