La familia de Elva Fernández Calvo (54), cuyo cuerpo fue hallado en un inmueble y dentro de un pozo en Ventanilla, piden justicia y exigen que los presuntos implicados sean investigados a profundidad para hallar a los responsables de su muerte.
Los parientes descartan un problema con cobradores de cupos. “Pedimos justicia y que esto no quede impune, porque mi tía era una mujer que solo quería trabajar, como todos. Estaba en un lugar importante y que le hayan hecho eso... Me hubiera encantado que se lleven todo y que la dejen viva. Pero que la hayan matado de esa manera... nadie se merece sufrir tanto como se lo hicieron a ella. Queremos que los que le han hecho eso paguen”, concluyó.
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Elva Fernández Clavo (54), una empresaria en el rubro de la crianza de animales, fue secuestrada y asesinada dentro de una vivienda ubicada en la asociación APIC, en Ventanilla. “Mi tía ha estado secuestrada el martes toda la mañana y en la noche recién la matan (...)”, señaló su sobrina.
La mujer, administradora de empresas de profesión, no respondía las llamadas a su celular desde el lunes en la noche. La familia sospecha de los trabajadores de la víctima, quienes tuvieron contradicciones al momento del hallazgo.
“Mi tía cometió el grave error de contratar personas que tenían antecedentes penales, y nos imaginamos que son ellos. La llave la tenían solo ella y otro inquilino. Contrató dos personas, pero para que le hayan hecho todo lo que le hicieron, imagino que han sido más de cuatro. Hay uno que ha estado recluido en un penal”, señalaron los familiares.
Para la familia resulta extraño que las versiones de los trabajadores y de los vecinos que crían en la zona no concuerden. “No es bonito enterarnos. Ella ha sido bien buena con ellos. Mi tía estaba en uno de sus mejores momentos como empresaria de ganado”, dijeron.
El día del hallazgo, los peritos y forenses encontraron que la empresaria había sido golpeada y maniatada.
Hallan cuerpo de víctima en un pozo.
Durante las diligencias, el forense señaló que Elva Fernández continuó con vida cuando había sido arrojada al pozo. “Seguramente pensaron que estaba muerta, pero seguía desmayada. Le han encontrado signos de agua en sus pulmones (sic)”, precisó.
Los sujetos se llevaron cerca de 40 cerdos, entre lechones, cuyes y gallinas. Además, se apropiaron de su teléfono celular, pertenencias personales y dinero en efectivo. “Han dejado el lugar vacío. Se los han tenido que llevar en un camión”.
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“Dudo mucho que se haya quedado callada y que los vecinos, estando tan cerquita, no hayan escuchado todo. Encima los chanchos, para que se los lleven, ellos gritan demasiado. Para que no hayan escuchado nada, nos parece muy sospechoso”, sostuvo.
La zona del crimen es descampada y frecuentada solo por los moradores dedicados a la crianza de ganado. Allí también se ubica una empresa privada, cuyas cámaras de seguridad habrían grabado la llegada de la víctima y la fuga de los homicidas.
“Mi tía sido amarrada, secuestrada. Los ha reconocido y es cuando toman la decisión de matarla”, dijo.