Demandas que siguen sin atender. Jane Cosar todos los días trata de llevar su vida con normalidad; sin embargo, las limitaciones que encuentra en la calle y espacios públicos le recuerdan que tiene una discapacidad visual desde hace varios años.
Por ejemplo, hace unos días denunció discriminación en el restaurante La Bodega de la Trattoria porque no le dejaron ingresar con su perro guía. Ella intentó explicar que es un can adiestrado y que en cumplimiento de la ley 29830 deberían permitirle pasar.
No obstante, al igual que la mayoría de la ciudadanía en el país, desconocían de la norma, por lo que no le dieron acceso a las instalaciones. De inmediato, Indecopi se pronunció y advirtió que estos actos pueden costar hasta una multa de 450 UIT, lo cual supera los 2 000 000 de soles.
La madre de tres hijas lamenta que estas situaciones se sigan dando pese a que existe una ley en el país, la cual fue impulsada por ella misma en el 2012.
Según detalló a este diario, la norma busca garantizar el acceso y permanencia en lugares públicos y privados de las personas con discapacidad visual que tengan un perro guía.
Dicho texto fue aprobado en el 2012 en el Congreso de la República, pero no fue hasta cinco años después que se dio su reglamentación. Para que esto suceda, Jane Cosar tuvo que insistir por todos lados a las autoridades de turno.
“Demoró mucho la reglamentación porque había un tema de falta de voluntad política. Conversé con los diferentes ministros y actores que podían apoyarnos”, señaló la activista.
La abogada sale a todos lados con su perro guía, que es como un bastón para ella. El can, que ha sido entrenado en Estados Unidos, tiene una correa y arnés especial en el que se puede sujetar para caminar.
La madre de familia aseguró que su vida es más sencilla desde que tiene a su lado a Perry, un golden retriever que le regaló una fundación.
Según explicó, estas mascotas no solo sirven como apoyo para personas con discapacidad visual, sino también para otros ciudadanos que son sordos o con autismo. Precisamente, Jane Cosar espera que esto segundo se aplique en el Perú.
No obstante, su aspiración a veces se ve opacada por el poco interés que percibe en el país. Para ella, la ciudadanía no conoce de la ley 29830 porque el Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (Conadis) no ha hecho la difusión correspondiente a través de sus canales oficiales.
“Falta la difusión de la norma. Ahora estamos con perros guías, pero más adelante se espera que haya los perros de asistencia para otras discapacidades. Hay perras campanas que son para las personas sordas y otros para los niños autistas. […] A veces ni salgo para evitar estos problemas”, subrayó la abogada.
Jane Cosar ya va por su segundo perro guía. La primera tiene más de 10 años, por lo que ya no la acompaña. En Cusco, por ejemplo, también está Lisset Morita, quien, de igual forma, tiene su perro de asistencia.
Así como ellas, otras personas con discapacidad visual también pueden tener un perro guía que las acompañe. Este trámite se puede realizar vía Internet para cualquiera de las escuelas que hay en el mundo.
El primer paso es inscribirse en el programa y luego los de la organización se comunicarán con el interesado.
En el caso de Jane Cosar, ella viajó hasta Estados Unidos para recibir una capacitación de un mes. En otras situaciones, la fundación va hasta donde está la persona.
“Hay diferentes escuelas en el mundo y yo tuve la bendición de que me toque uno de Michigan; pero conozco a algunas personas que han traído de Colombia y otras de Uruguay, Brasil y México. A mí me lo dieron totalmente gratis”, explicó.
Para más detalles e inscripción de perros guías en el país se puede hacer clic AQUÍ.
La abogada está próxima a realizar un viaje y esta vez tiene inconvenientes con el Hotel Boutique Loreto, que no quiere aceptar su reservación por su perro guía. Ella está indignada, por lo que exige una pronta solución.