Una adolescente de 17 años de edad pide apoyo para su padre, quien permanece por más de un año en una de las camas del Hospital Regional del Cusco a causa de las graves secuelas que le ha dejado la COVID-19. Braulio Llanos Mamani es el nombre del paciente que aún se alimenta a través de una sonda.
Evi, como la llama cariñosamente el personal del hospital, es una adolescente que permanece al lado de su progenitor, quien, después de contagiarse de la COVID-19, tuvo que permanecer por tiempo prolongado en la unidad de cuidados intensivos (UCI). Fue sometido a tres intervenciones quirúrgicas de la tráquea, tuvo varios paros cardiorrespiratorios y complicaciones que hasta hoy lo tienen postrado a una de las camas del nosocomio.
La menor señaló que proviene de una familia humilde de la provincia cusqueña de Quispicanchi y dijo no tener recursos para comprar medicamentos, pañales e incluso alimentos, por lo que tiene que vender productos en la calle y ha tenido que dejar sus estudios. Su padre permanece en la cama 231 del Servicio de Cirugía B.
PUEDES VER: Cusco: escenificaron Tarahuasi Raymi, que narra el fin de la guerra de los incas y chankas
Si desea apoyar, puede hacerle llegar la ayuda hasta esa sección del hospital o coordinar la ayuda al teléfono 949 365 581.