La sistema heteronormativo establece que solo existen dos géneros: femenino y masculino; sin embargo, en este espectro de identidades de género están las personas no binarias, que son aquellas que no se señalan ni como hombre ni como mujer y que, a la vez, pueden ser ambas.
Quizá la descripción anterior puede ser muy difícil de entender para algunos, pero los tiempos han cambiado y el órgano sexual —por sí solo— ya no es una forma de identificar a un sujeto.
Judith Buttler, filósofa feminista estadounidense y una de las fundadoras de la teoría queer, sostiene que el imperativo heterosexual ha originado que ciertas identificaciones sexuadas sean excluidas y repudiadas. Por esta razón, las personas queer se encuentran en una lucha por el respeto pleno, el reconocimiento de la diferencia y la diversidad sexual y, posiblemente, por una lucha ardua y prolongada por la construcción de un nuevo orden simbólico.
Koffee Preto, artista de 29 años, señaló que, desde que estuvo en secundaria, siempre le gustó llevar su cabello ondulado largo. Recordó que eso le trajo problemas en el colegio, pues lo llevaban a la Dirección porque no estaba permitido que un hombre tenga el cabello largo.
Koffee Preto. Foto: Cortesía
“Era un conflicto interno no entender por qué no me gustaba, no solamente verme como un hombre, sino tampoco ser llamado como una mujer”, detalló.
Con el pasar del tiempo y la recopilación de información, él logró identificarse como una persona no binaria y ahora puede definir su identidad como la de “un ser que puede fluir entre ambos (géneros). No ser ninguno de los dos o ser los dos al mismo tiempo”.
Desde ese momento, Koffee se siente cómodo con que lo llamen él, elle o ella, pues ha aprendido que la comprensión de su identidad sexual está en sí mismo y no en la validación social; sin embargo, a pesar de que no necesite de esta, sí cree que es importante visibilizar el mundo no binario.
Cuando llegó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes, se dio cuenta que la mayoría de pinturas eran de hombres heteros y de mujeres sexualizadas. Esto lo llevó a tratar de incluir cuerpos no normados dentro de su arte y tomarse su apariencia —femenina y masculina— invisibilizada como un canon de belleza.
Obras de arte de Koffee Preto. Foto: Cortesía
“El cabello largo ondulado está leído como algo femenino, pero el cuerpo lleva un genital masculino. Entonces, todos esos rasgos es lo que me llevó a incluir estas imágenes de cuerpos desnudos ambiguos para comenzar a tener una línea más personal y reconocible; por eso, todas mi pinturas tienen un personaje así que es glorificado”, dijo el artista.
Ahora, Koffee, gracias a esa particularidad ambigua, ha logrado marcar su propio estilo, que ha llegado a un mercado extranjero y puede obtener ganancias de un tipo de arte no heteronormativo.
Para Pier, estudiante de Historia del Arte en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos e integrante de la colectiva Reforma Trans UNMSM, su identidad no binaria siempre estuvo clara, pero el vivir en un país conservador como Perú le ha llevado a explicar más de lo debido el concepto de su existencia.
Mural "Nuestro orgullo nace de la resiliencia" en Miraflores, en el cuál aparece Pier para reconocer su lucha en el colectivo Reforma Trans UNMSM. Foto: Changeorg Instagram
La lectura de cómo se ve Pier es masculina; sin embargo, no siente comodidad acudiendo a los baños de hombres, por lo que tiene que ir a los de mujeres y explicarle a las que le interpelan qué es una persona no binaria.
“Les explico que me reconozco como una persona no binarie y esto conlleva a muchos obstáculos porque con la información que tienen muchas personas pueden entender que es un hombre trans o una mujer trans, pero la no binariedad aún no termina de calar en el imaginario de las personas”, indicó.
Incluso, Pier ha tenido que explicar su existencia a la misma rectora de su universidad, pues viene exigiendo que San Marcos acepte la propuesta política “Reforma trans”, que busca que personas no binarias de San Marcos tengan un reconocimiento.
Aunque el camino es largo y desgastante, Tapia tiene la convicción de que “esas pequeñas luchas son las que se deben convertir en leyes”, por lo que también señala que estos problemas se podrían solucionar con una ley de identidad de género peruana que incluya a las personas no binarias.
Nath, una estudiante de Psicología, poeta y persona no binaria, viene de una familia conservadora y tradicional limeña.
Nath Culqui. Foto: Cortesía
Su entorno siempre le decía que ella debía comportarse y vestir más femenina por ser una mujer, lo cual siempre detestó, pero luego, con la ayuda de una pareja y del mundo del internet, logró entender quién era ella y cómo le gustaría que la traten.
“Desde entonces, el defender este lado mío ha sido una lucha constante, no solo a nivel personal, sino con la familia y con la sociedad. Como si tuviéramos que dar explicaciones a las miradas inquisitivas”, dice la estudiante.
Ahora ya no deja que nadie se involucre en su forma de vestir masculina, si depilar o no sus piernas y de la manera en que lleva su cabello corto y pintado de un azul verdoso, pues la evidencia de su estilo se ha convertido en su acto de ruptura; sin embargo, la acción que ella considera como una de las más fuertes fue cuando bailó con una quinceañera el vals tradicional.
“Mi pareja me dijo: ‘¿quieres bailar, no?’ Solo asentí y ella añadió: ‘es tu oportunidad’. Ese fue el boom, me atreví y bailé un vals con la cumpleañera. Rompí esa constante familiar y creo que así es como lo hago. Con un momento valioso a la vez”, finalizó Nath.