En San Juan de Lurigancho, agentes de la Policía Nacional capturaron a dos delincuentes que transitaban a bordo de un vehículo por el jirón Los Arándanos. Tras realizar el registro, se halló que ambos tenían en su poder una ametralladora capaz de portar 30 balas en su cacerina.
Uno de los sujetos detenidos fue identificado como Eduardo Manrique Villalobos, quien registra tres denuncias por robo agravado y microcomercialización de drogas. Mientras que su cómplice, Aaron Cavero Goycochea, tiene antecedentes por receptación, robo y fabricación de armas y explosivos, por lo que estuvo internado en el Centro Juvenil de Diagnóstico y Rehabilitación de Lima, Maranguita, y posteriormente en el penal de Lurigancho.
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“Los sacamos de la calle, la policía actúa y, según se aprecia en la información que tenemos, están muy poco tiempo en manos de la justicia, recluidos en algún penal”, señaló para América el coronel Yvan Pimentel, jefe de la División de Emergencia.
“Los operadores de justicia tienen que actuar con mano firme, porque es un riesgo que estos individuos estén en la calle, es un riesgo para la población. Pese al trabajo esforzado que realiza la policía, no hay una respuesta clara de parte de los encargados de imponer sanciones penales a estas personas”, añadió.
Una vez más, los dos criminales pasaron a disposición de la Fiscalía. El Poder Judicial tendrá la última palabra con respecto a la situación de cada uno.