Lambayeque. Pese a que el penal de Chiclayo, en el distrito de Picsi, fue construido para una capacidad de 1.143 internos, actualmente este reclusorio tiene entre sus paredes a 3.296 personas. Este reclusorio es de los más hacinados en el norte. Esta grave situación obligó a las autoridades del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) a gestionar la ampliación del establecimiento, pero esto se ha truncado por la falta de licencia social.
Durante la reciente reunión del Comité Regional de Seguridad Ciudadana de Lambayeque, el jefe de la Oficina Regional INPE Norte, Walter Curo Apaza, señaló que este escenario ha llevado a que se decida impedir el ingreso de nuevos internos. Refirió que la población culpa al penal de los problemas que presenta el sistema de agua y el colapso del desagüe.
“Actualmente, hay 3.296 reos, por ello se ha cerrado el ingreso de nuevos internos, se desapareció el pabellón de mujeres y reaperturó el penal de Pacasmayo (La Libertad). La población se opone (a la ampliación) debido a que culpan al local de la falta de agua y del colapso de los desagües”, indicó el funcionario en declaraciones recogidas por el Gobierno Regional de Lambayeque.
Lambayeque Coresec
La ampliación del penal de Chiclayo se viene gestionando desde hace años, pero hasta la fecha no ha podido ser concretada por los motivos ya señalados y porque, además, los residentes consideran que la inseguridad ciudadana ha aumentado de forma alarmante en el distrito con el asentamiento de las familias de algunos presos en Picsi.