“Ha crecido, antes era más bajito que yo”, dice Carlos mirando a su amigo Milard. Los ojos de ambos adolescentes se achinan denotando las sonrisas que ocultan sus mascarillas. Es jueves en el patio del colegio de varones Independencia Americana (Arequipa) y ambos estudiantes, ahora del cuarto de secundaria, se reencuentran tras dos años de una pandemia que persiste.
Como Carlos y Milard, este lunes 14 de marzo cerca de 390 mil colegiales de 4874 instituciones educativas de la región Arequipa volverán a sus aulas con retos al frente. Entre ellos está subsanar el aprendizaje que dejó la virtualidad y los miedos que persisten por la pandemia. El inicio del año escolar de los “alfeñiques” ayuda a conocer parte de la realidad que recibirá a los estudiantes y profesores en el país.
“El aprendizaje no fue bueno en general”, señala Carlos sobre las clases remotas, aunque incide en que hubo mayores problemas en matemática. Aunque él y Milard tuvieron acceso a las herramientas tecnológicas (celular y laptop propia, además de la plataforma Classroom) sostienen que la virtualidad no iguala a un aula física.
No es una realidad exclusiva del Independencia. Docentes de otras instituciones ya indicaron que el aprendizaje en casa podía cubrir -en el mejor de los casos- entre un 60% a 70% de las metas. Además, de afectar el desarrollo socioemocional de los niños y adolescentes, según Unicef.
“En estos dos años seguidos no he entendido casi nada de matemática”, se sincera un adolescente del quinto F ante sus compañeros. El tutor del aula, el profesor y exgerente de Educación Milton Casaperalta, acepta que el aprendizaje virtual no es ideal, sobre todo para ciencias. “En la pantalla te distraes. Y ustedes han hecho varios cursos por compromiso y han cumplido con algunos aspectos”, explica el docente a su salón.
Casaperalta les dice que en los dos meses siguientes reforzarán matemática, para luego empezar con la asignatura de quinto. El tiempo apremia pues varios requieren prepararse para la admisión a universidades u otras instituciones. En el aula hay sueños que la pandemia no venció. Abogados, policías, ingenieros, médicos o futbolistas aparecen entre las aspiraciones.
El director de la institución Walter Ramos, indica que esta semana se evaluará el aprendizaje y luego se tomarán medidas para la nivelación. No descarta clases presenciales los sábados -sobre todo en cuarto y quinto- para cursos de ciencias.
La docente de Ciencias Sociales, María Chalco, añade que la brecha que generó la pandemia será un reto para los profesores, pues requerirá en algunos casos un acompañamiento personalizado todo el año. Precisa que el Minedu no exige la acumulación de conocimientos, sino el desarrollo de competencias, como la autonomía. Considera que en la virtualidad, varios lograron esta capacidad.
“Es emocionante volver a clases, pero también un poco confuso” señala Fabricio, otro estudiante de quinto de secundaria de la “I”. Está contento de reencontrarse con sus compañeros, pero siente aún extraño vivir bajo un escenario de mascarillas y protocolos, también de llevar la mitad de clases en aula y el resto en forma remota.
La pandemia atemoriza un poco a Fabricio, sobre todo por trasladarse desde su casa en Yura al colegio. Casi una hora de viaje donde los buses usualmente van llenos y con protocolos descuidados. La percepción de la pandemia es diferente en los alumnos, algunos se ven más relajados, otros aplican alcohol en su carpeta antes de sentarse.
“Es probable que todavía algunos muchachos se sientan cohibidos”, refiere el profesor Casaperalta. El educador dice que tras el aislamiento, los alumnos disminuyeron sus habilidades de socialización y trabajo en equipo. Con dinámicas, poco a poco tendrán que readaptarse. Como Carlos y Milard, la mayoría de estudiantes solo mantuvo comunicación por Facebook o WhatsApp y recién vuelven a verse.
“La escuela es el lugar donde se adquieren conocimientos, pero sobre todo el lugar privilegiado para la socialización con amistades que nos acompañarán toda la vida”, declaró el año pasado la representante de Unicef Ana Mendoza, para respaldar el retorno a las aulas que en Perú se retrasó bastante.
Todos los estudiantes de la “I” consultados dijeron estar vacunados contra la COVID-19. Indicaron que ello les da confianza para un retorno seguro. Según la Gerencia Regional de Salud de Arequipa, el 75% de menores entre 12 a 17 años tienen las dos dosis contra el coronavirus. En el rango de 5 a 11 años la pauta completa solo llega al 27%.
Sedapar informó en un comunicado que son 34 colegios a los que se les cortó el suministro durante lo dos últimos años. Luego de algunas gestiones, a 16 de ellos se les restableció el recurso hídrico.
El caso de las otras 18 instituciones pendientes (7 del cercado y 11 en otros distritos de la ciudad), se evaluará hoy. Algunas habrían dejado de funcionar por la coyuntura actual.
Cabe precisar que la reposición del servicio de agua potable no significa la condonación de deudas. Se negociará con la Gerencia de Educación, Ugeles y colegios para ver el pago de la deuda.