La COVID-19 tiene su tercera variante en ómicron, más contagiosa que las anteriores. Con su irrupción, la postura de la entidad de salubridad del Estado, el Ministerio de Salud (Minsa), ha sido firme: plantear tres hipótesis del impacto que tendría la tercera ola en el Perú.
En el siguiente artículo, indaga sobre los potenciales escenarios de alcance y mortalidad que podría acontecer en el país durante los próximos meses.
El investigador del Centro Nacional de Epidemiología, Prevención y Control de Enfermedades del Minsa, César Munayco, dijo para RPP que se manejan, en efecto, tres escenarios que podrían ocurrir.
El problema con este escenario, dice Munayco, es que el Perú es geográficamente más grande que el país africano. Eso podría provocar que la diseminación del virus pueda durar mucho más: quizá primero en la costa, luego en las otras regiones del país. Un punto a favor sería que la nación avanzó con el proceso de vacunación hasta el 80%, mientras que en Sudáfrica la inoculación total es del 30%.
Esta última posibilidad podría generar un ciclo más largo en el tiempo, pero con un incremento lento en el número de casos. De esa manera, no se desbordarán los servicios sanitarios. Dijo Munayco en una entrevista: “(Esto) es lo que queremos; lo que queremos es que no haya un incremento masivo; que haya un incremento lento para manejar los casos, porque si hay un incremento masivo, satura los servicios (de salud), y es ahí donde se observará un mayor número de fallecidos”.
Los contagios de la variante ómicron en el Perú aumentan. A la fecha son 309 contagiados. No obstante, César Munayco dijo que esta tercera ola acontecería diferente a las anteriores: un mayor número casos, es cierto, pero una menor cifra de personas hospitalizadas y fallecidas, contrario a delta.
El especialista no descartó que nuevas directrices sean asumidas por el Gobierno en conjunto con el Minsa, para hacerle frente a los próximos meses de contagio. Resaltó, eso sí, que de nada sirve que hayan restricciones si la vacunación no avanza, y si la distancia social, la mascarilla y la mantención de la burbuja familiar no se consolida como idea nacional de cuidado mutuo.