Todos hemos prestado suma atención a la historia de Run Run, el zorro que se ganó el corazón de miles de personas al aparecer en Comas luego de ser comercializado en el Cercado de Lima como si fuera un perro. El mamífero fue buscado durante varios días por las autoridades y vecinos, quienes sufrían las pérdidas de sus gallinas y cuyes por su hambre y naturaleza salvaje.
Las bromas, memes y videos de TikTok sobre Run Run no se hicieron esperar, incluso lo llegaron a comparar con El zorro y el sabueso debido a la amistad que hizo con los perros vecinos. Pero cuando las risas y bromas pasen, Run Run seguirá siendo un animal que no podrá volver a su hábitat natural, al igual que miles de especies de todo tipo en el Perú.
Conservamos por Naturaleza / SPDA
Según el Midagri, la comercialización en tiendas de mascotas es la modalidad que más incentiva el tráfico ilegal de animales silvestres. Entre el 2000 y el 2018, Serfor decomisó más de 80.000 animales silvestres vivos. La impunidad de este delito está basada, sobre todo, en la gran demanda que tienen estas especies y la inacción de las autoridades.
Según la ONG Oceana, el tráfico ilegal de vida silvestre es una de las actividades ilícitas más lucrativas del mundo, luego del tráfico de drogas, el tráfico de armas y la trata de personas. Es bien sabido que el Perú es uno de los países con mayor diversidad en el mundo, pero, contrariamente, es de los que menos porcentaje de esta diversidad tiene protegida.
Con todo esto, es común recorrer el Cercado de Lima y ver cómo, a vista y paciencia de la Policía y agentes de la Municipalidad de Lima, se venden perros, gatos, peces y otros animales silvestres de manera ilegal, sin ninguna consecuencia. Esto se repite en todas las ciudades del país. Sin embargo, hay una oportunidad para cambiar las cosas.
Conservamos por Naturaleza / SPDA
El proyecto de ley 196/2021, presentado por el congresista Edward Málaga, propone incluir los delitos contra los recursos naturales, como el tráfico ilegal de animales silvestres, al delito de crimen organizado.
Con esta modificación a la ley, aquellas personas que trafiquen animales ilegalmente podrán ser investigadas, juzgadas y sancionadas penalmente bajo la modalidad de crimen organizado. Además, este proyecto de ley es beneficioso para las autoridades, ya que les brinda “herramientas jurídicas a los operadores de justicia para una mayor eficacia en su investigación, juzgamiento y sanción penal, así como prevenir su comisión como medio protector de recursos naturales, en particular de la biodiversidad y su conservación”.
Luis Zari, abogado de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA), explica que “al categorizar este delito como crimen organizado, lo que hacemos es brindarle mejores herramientas a los operadores de justicia, como por ejemplo el levantamiento del secreto de bancario, videovigilancia, intercepción de comunicaciones, etc.”. Zari afirma que el tema de Run Run no es un caso aislado. “Este tráfico mueve tantos millones de dólares al año que debemos visualizarlo como un crimen organizado”, resalta.
Sin embargo, el Congreso de la República aún no publica este proyecto de ley, ya que la Comisión de Justicia y Derechos Humanos, presidida por la parlamentaria Gladys Echaíz, aún no lo aprueba.
Mientras tanto, los ciudadanos podemos ayudar a detener este delito que afecta a animales, medio ambiente y humanos, al evitar comprar animales. Existen diversos colectivos animalistas que difunden casos de mascotas que esperan ser adoptadas. No compres, adopta.