Un drama familiar vive el señor Juan De la Cruz Aguilar, quien está a punto de ser desalojado de su propia vivienda, ubicada en el Rímac y en donde ha habitado por más de 50 años, nada menos que por una de sus hijas, Rosa Irene De la Cruz Mayo. Los allegados al hombre piden a las autoridades judiciales a solucionar el problema tomando en cuenta que el adulto mayor se encuentra enfermo de cáncer y no tiene dónde quedarse.
Según cuenta Ana María De la Cruz Mayo, hija en Perú que vive con su padre, lo que inició como un trámite para apoyar a Rosa Irene a ser legal en los Estados Unidos, es hoy la causa de todos los problemas.
“Nos dijo que para ser legal allá necesitaba arraigo en el Perú y pidió apoyo a mis padres, mandó una carta poder a mi nombre para hacer un tipo de compra de terreno ficticio y comprar la casa a su nombre e inscribirla, y de ahí se basa para hacer lo que está haciendo ahora”, cuenta Ana María.
Ana María señala que sus padres actuaron de buena fe, pues buscaban apoyar a su hija, pero nunca creyeron que, pese a problemas que generaron que se rompa la relación familiar, Rosa Irene busque quedarse con la casa, por la que sus padres tuvieron que pagar por más de 30 años. “El compromiso era que del 2008 a 2010 ya debería devolver la propiedad, hubo problemas de familia y ella evitó hacerlo”, explica.
Por otro lado, Ana María detalla que su hermana se está valiendo de vouchers de 100 y 150 dólares que mandó a sus padres por varios años para los gastos de su hija que se quedó en Perú bajo el cuidado de sus abuelos, para decir que ese monto en realidad era para pagar el terreno.
“Cuando inicia el juicio, el juez le dice a ella que demuestre la compra de la propiedad y ella envía más de 40 voucher de pagos (de 100 y 150 dólares), pero son lo que ella depositaba para su hija desde los 5 hasta los 19 años. Eso hace un monto aproximado de 70.000 dólares creo. Y en la venta de la casa dice se pagó al contado 30.000 soles. El notario puso que no se dio la transacción ni en dinero ni en cheque, eso nos sirvió al momento de iniciar la nulidad de acto jurídico”, agrega.
La madre de la familia falleció en el 2015 y, hoy, solo está vivo el padre, quien padece de cáncer de orofaringe que ha hecho metástasis y generó un tumor del tamaño de un puño. El nódulo presenta hemorragias cuando sufre de estrés y tensión.
Ya van más de cinco años en que el señor Juan de la Cruz Aguilar está en idas y venidas por este tema, y solo tiene un pedido: “Irene, por favor, arréglanos esto, devuélvame la casa, a mí no me has dado ni un centavo para que digas que me has comprado. Tú has mandado plata, 150 dólares, para la pensión de tu hija, para pagar colegios, uniformes, todas las cosas. Ya basta ya”, dice indignado.
Actualmente hay juicio familiar por el terreno y una orden de desalojo. Ana María pide que el 19º juzgado civil, donde están viendo el caso de su padre, tengan consideración por la salud en que se encuentra su progenitor. Asimismo, solicita garantías para su persona, ya que indica viene siendo amenazada por su hermana, la hija y el yerno que está en Estados Unidos.
Le quitaron su herramienta de trabajo. Hace unos días, un par de delincuentes se apoderaron del remolque de comida rápida del señor Óscar Segovia. El hombre, tras quedar desempleado, invirtió más de 100.000 soles en este vehículo a fin de seguir manteniendo y apoyando a su familia.
“Es el sustento de mi hogar, tengo tres hijas menores, tengo que velar por ellas. Me siento muy triste, es mi único sustento, espero que la persona que lo vea me ayude a ubicarlo, también les daré una recompensa”, sostuvo a América Noticias.