Un empresario sufrió el robo de 8.000 dólares en efectivo luego de realizar el retiro en un banco ubicado en la cuadra 23 de la avenida Argentina, en el Cercado de Lima. El agraviado asegura que cuando quiso colocar la denuncia ante la Policía, efectivos de dos comisarías no le brindaron un trato adecuado y demoraron en atenderlo.
El atraco fue registrado por las cámaras de seguridad de una empresa aledaña. La víctima señala que había cobrado un cheque con el cual pensaba pagar la planilla de sus trabajadores.
Tras hacer el retiro, salió caminando hacia su vehículo que estaba estacionado a una cuadra de la entidad financiera, pero cuando se disponía a abordarlo, fue interceptado por dos delincuentes que bajaron de una camioneta blanca.
Los hampones golpearon la cabeza del hombre con la cacha de la pistola. En cuestión de segundos, se apropiaron de los 8.000 dólares y rápidamente volvieron a subir al auto donde los esperaba su cómplice al volante.
“Yo estaba hablando por teléfono ingresando a mi vehículo, cuando escucho groserías por detrás, volteo y fue ahí cuando me dan con la cacha de la pistola en la cabeza. (Me dijeron) ‘te voy a matar, dónde está el dinero’”, relató el agraviado a 24 Horas.
“Les dije (...) ‘cuál dinero, ya lo deposite’, pero ellos sabían dónde había puesto el dinero, por eso digo que eso (información) ha salido del banco. Yo el dinero lo había puesto en mi bolsillo y de frente vinieron, jalaron y metieron la mano al bolsillo”, agrega.
El hombre considera que los malhechores lo venían ‘marcando’ desde hace buen tiempo, pues no es la primera vez que realiza una operación bancaria similar.
“Al parecer me venían siguiendo. (...) Bueno, yo sospecho que salió la información del banco porque nadie más sabía que yo cobraba, y ya anteriormente había estado retirando sumas de esa cantidad y me imagino que se dieron cuenta y me siguieron”, comenta.
Tras ser asaltado y con una herida en la cabeza, el empresario se dirigió a la comisaría de Mirones Bajo porque era la más cercana, pero asegura que el personal policial no lo quiso atender, aduciendo que no era su jurisdicción.
Según su relato, cuando se dirigió a la comisaría de Monserrate, también le comentaron que no era su jurisdicción, por lo que nuevamente volvió a la dependencia de Mirones Bajo, donde esta vez sí lo recibieron.