Por Elías Navarro
“Estamos limpiando la casa”, dijo un agente de la División de Investigación de Delitos de Alta Complejidad (Diviac) tras desbaratar una presunta organización criminal que tenía entre sus integrantes a cinco efectivos de la Policía Nacional en actividad. Estos y otras seis personas fueron detenidas en Ayacucho.
“La Policía quiere ser la mejor institución del Perú,” agregó el mismo oficial.
Entre los agentes detenidos figuran el suboficial superior Ricardo Amézquita Luque y el suboficial técnico de primera Alfredo Garay Garay, considerados como los brazos armados.
También el suboficial de segunda Vladimir Cuadros Curi, quien se desempeñaba como apoyo; el suboficial de tercera Jorge Cavero Barrios, llamado el coordinador; y la suboficial de tercera Iris Xiomara Sosa Garay, considerada como lugarteniente de los cabecillas Jhon Zamora Galindo y Claudio Sosa Garay.
Con ellos fueron detenidos Julio Santiago Urbano (brazo armado) y los facilitadores Edwin Cruz Ñaupa, Derik Velarde Robles y Diego Flores Paredes.
Bajo la supuesta compra y venta de vehículos mayores, la banda criminal se dedicaba al robo agravado de dinero.
Para ello contaban con la participación de efectivos, quienes simulan intervenciones policiales con la finalidad de hacer creer a los compradores que el vehículo objeto de la transacción era de procedencia ilícita.
Así captaban a las víctimas, a quienes ofrecían la venta de vehículos y las citaban en diferentes cocheras ubicadas en Ayacucho, donde las partes realizaban los acuerdos propios de la compraventa.
Sin embargo, en pleno acuerdo, las víctimas y los ‘vendedores’ eran intervenidos para despojarlos del dinero, argumentando que “el vehículo era robado”.
Los efectivos policiales —con el dinero en su poder— posteriormente entregaban parte del mismo a los ‘vendedores’.