Faltaban pocas semanas para el nacimiento de su hija cuando se decretó el estado de emergencia por la pandemia del coronavirus. Un poco más de un año después, José Requejo celebra el Día del Padre tras una exitosa operación a su primogénita luego de que los médicos de EsSalud le detectaran un terrible diagnóstico que ponía en peligro su vida.
Lucero había nacido con el síndrome de Crouzon, una extraña enfermedad genética que impide que los huesos de la cara y cráneo se desarrollen bien. “Mi Lucerito nació en Piura y desde sus primeras horas de vida no podía lactar ni respirar con normalidad y se ahogaba constantemente, su pronóstico era reservado y debía permanecer hospitalizada”, contó a EsSalud.
Además, de este síndrome agresivo, la menor presentaba complicaciones respiratorias, por lo que viviría conectada a un soporte ventilatorio y con sondas médicas para su alimentación hasta que su cuerpo lo resistiera.
“Los médicos nos dijeron que mi bebé podía ser referida a Lima, al hospital Guillermo Almenara para que puedan realizarle una evaluación conjunta y especializada, que una operación podía salvarle la vida a mi hijita. No saben cómo lloré, una esperanza aparecía en medio de tanta tristeza”, agregó.
La pequeña Lucero recibió un moderno procedimiento mínimamente invasivo a cargo de los cirujanos de la Red Almenara de EsSalud y lograron salvarla. Un año después, José Requejo celebra el Día del Padre con su pequeña en brazos, quien le ganó la batalla a este síndrome agresivo.
“Estamos muy sorprendidos y agradecidos con esta proeza médica. Mi bebé ha superado la gran dificultad que tenía para respirar ya no usará una sonda sino un biberón y, como padre, no pueden imaginar la felicidad que me embarga”, manifestó.