Debido a la falta de energía eléctrica, 180 alumnos que viven en el asentamiento humano 22 de Mayo no pueden acceder a sus clases virtuales desde sus casas. Ante esta situación adversa, padres de familia están haciendo todo lo posible para que sus hijos no vuelvan a perder el año escolar.
En esa línea, los hombres y las mujeres de la provincia de Maynas, región Loreto, realizan largas caminatas para poder cargar sus celulares y otros equipos electrónicos. Así, los niños logran estudiar de forma remota y contactarse con sus profesores.
Entre dos a cinco soles, los señores tienen que pagar a las personas que cargan los teléfonos móviles. Pese a que encontraron una solución temporal a su problema, los vecinos están decepcionados de sus autoridades, sobre todo del alcalde del distrito de San Juan Bautista, Martin Arévalo.
En diálogo con RPP, Miguel Malarín, dirigente de la junta vecinal, exhortó al burgomaestre la formalización del lugar, ubicado a la altura del kilómetro 5.5 de la carretera Iquitos - Nauta, en el distrito de San Juan Bautista.
“Son 180 niños que perdieron (sus clases) el año pasado y este año van a volver a perder sus estudios. ¿Por qué? Por la falta de un reconocimiento que el alcalde nos debe dar. Pero hay personas que lo están obstruyendo. Yo sé que el alcalde va a escuchar esta protesta para dar solución”, indicó Miguel.
Respecto a la protesta, el medio local registró el accionar de padres y niños, quienes vociferaron una frase en plena calle: “Queremos luz”. En las pancartas que llevaban en las manos, se podía leer textos como “No somos el futuro del país, somos el presente”, “Somos niños y queremos estudiar”, “Si no hay solución, la lucha continúa”, entre otros.
Según la junta vecinal, la empresa Electro Oriente no puede realizar trabajos de ampliación de redes. El motivo: la falta de formalización del asentamiento humano. Cabe mencionar que esta organización es responsable del servicio de energía eléctrica en la zona nororiente del país.
Algunos padres y madres manifestaron que los maestros tuvieron dificultad para contactar a la mayoría de los educadores. Esto sucedió durante el año escolar 2020. Frente a este antecedente, temen que se vuelva a repetir en el año en curso.