Cargando...
Sociedad

Sikuris Mañazo: 129 años en honor a la Virgen de la Candelaria

Puno. En años anteriores a la pandemia, el conjunto se apostaba en el cerro de Huajsapata para, con el lado Titicaca de fondo, iniciar las celebraciones con los camaretezos al alba.

larepublica.pe
Albas, una tradición en Puno que marca el inicio de las fiestas en honor a la patrona Virgen de la Candelaria. Foto: La República

Puno. El conjunto Sikuris del Barrio Mañazo, que mantiene vigente tradiciones y costumbres, en torno a la festividad de la Virgen de la Candelaria, cumple 129 años de vida institucional. Aunque, según varios cronistas e investigadores, sus inicios datan de la colonia. Sin embargo, su fundación formal es del 2 de febrero de 1892.

Este año la festividad en honor a la patrona de Puno está suspendida por la segunda ola de coronavirus. No se llevará a cabo para no generar aglomeración. Sin embargo, es inevitable no rememorar al conjunto considerado uno de los iniciadores de los festejos en honor a la sagrada imagen, considerada la más importantes del Perú y declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.

Imagen antiquísima del conjunto puneño de sikuris más importante. Foto: La República

Cada 2 de febrero se desarrolla la misa principal e inicios de festejos. Si no habría pandemia, el Sikuris del Barrio Mañazo habría levantado el telón de la celebración con camaretazos durante el alba, en lo alto del cerro Huajsapata, cuya cima ofrece una vista espectacular de toda la ciudad de Puno, con el lago Titicaca de fondo y por la noche sus integrantes, entre músicos y danzarines, se habrían apostado en el atrio de la iglesia San Juan Bautista, junto a todos los demás conjuntos, que conservan sus propias tradiciones.

Este año, propios y extraños tampoco podrán participar de los actos ceremoniales previo a la toma de sangre de toro entre los mañaseños para resistir los días que dure la fiesta y en agradecimiento a la Pachamama.

Si bien ninguna de estas actividades de carácter cultural tendrán lugar, una de las formas de recordar a este conjunto es haciendo memoria de su historia.

Danza, música e historia del altiplano peruano reúne a los Sikuris Mañazo. Foto: La República

Sikuris Mañazo fue instituido por carniceros y su nombre provendría de la fusión de maña y lazo, en alusión a la habilidad que ostentaban los arrieros para lacear el ganado.

El conjunto actualmente representa al barrio del mismo nombre que, antes de 1900, era una villa. Probablemente allí nacieron los primeros devotos de la virgen.

Cuentan los antiguos mañaceños que sus ancestros recogían las cañas del campo y fabricaban sus sikus para crear notas musicales. Años después, luego de la independencia del Perú y de la guerra con Chile (1879), se fundó el conjunto de Sikuris del Barrio Mañazo, el 2 de febrero de 1892; la misma fecha que rendían culto a su madre Candelaria, constituyéndose así como el primer conjunto citadino de Puno en venerar a la virgen.

Algarabía y colorido caracteriza a los integrantes del conjunto puneño. Foto: Sikuris Mañazo.

Hoy, 129 años después, los Sikuris de Mañazo se han convertido en una notable institución de la historia puneña, de la que además se debe el origen de la Diablada, así como de la primera Morenada, la Orkapata (1956), que se formó de sikuris mañaceños. En su trayectoria se cuenta su contribución a la declaratoria de Puno como ‘Capital del folklore peruano’, tras su participación en 1966 en el Campeonato Nacional de Danza y Música Folklórica en Huancayo.

Y como dicen los sikuris: ¡Mañazo! ¡No hay caso!

Antes de la pandemia, los integrantes del conjunto participaban en todas las actividades en honor a la Virgen de la Candelaria. Foto: La República