La cuestionada obra de habilitación y equipamiento de ambientes para la atención de pacientes con COVID-19 en el Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón, de Nuevo Chimbote, en Áncash, será parte de un control posterior a cargo de la Contraloría, en el marco del Mega Operativo de Control Regional.
La obra, cuyo valor fue de S/ 10 061 072, aún no está en operación plena debido a las dificultades del proceso constructivo, tal como advirtió el contralor Nelson Shack. Además, forma parte de una investigación fiscal por presunto hechos de corrupción, que derivaron en el ordenamiento de prisión preventiva para el gobernador regional de Áncash, Juan Carlos Morillo, y otros funcionarios.
“La idea es tomar todas las medidas necesarias para que esta infraestructura empiece a operar. Si hubo problemas, incluso de corrupción, eso se tiene que sancionar, pero las obras tienen que terminarse y entrar en operación”, señaló Shack en comunicado oficial.
Una auditoría similar se realizará en los ambientes complementarios COVID-19 hospital Víctor Ramos Guardia de Huaraz, que también es objeto de investigación del Ministerio Público.
Al respecto, el órgano de control emitió tres informes de control concurrente sobre los riesgos detectados en la ejecución de la infraestructura al no cumplir aspectos contemplados en la Norma Técnica de Salud y retraso en la entrega de los equipos médicos y ambulancias para mejorar la capacidad de respuesta ante la emergencia sanitaria.
Según el portal de Transparencia del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), en 2020, la sede del Gobierno Regional de Áncash recibió un Presupuesto Institucional Modificado (PIM) de S/ 599 732 016 y tiene un avance de ejecución del 45,7%.