Tres presuntos sicarios, acusados de ser los autores materiales del asesinato de Roberto Carlos Pacheco Villanueva, hijo del líder ambientalista, Demetrio Pacheco Estaca, fueron capturados en Madre de Dios por agentes de la División de Investigación de Alta Complejidad (Diviac).
Las detenciones fueron ejecutadas en distintos puntos de esa región Amazónica tras una medida judicial de detención preliminar. Los detenidos fueron identificados como Leonidas Crisólogo Mujica Mayorga (52), Rolando Becerra Rayme (33) y Hilario Mamani Churata (41).
Ellos están involucrados en la presunta autoría del delito contra la vida, el cuerpo y la salud en la modalidad de sicariato contra Roberto Pacheco, quien fue asesinado el 11 de setiembre último, explicó un oficial de la Diviac, a cargo de las investigaciones.
El ambientalista, de 35 años, había sido amenazado y, posteriormente, asesinado a disparos cuando recorría su concesión forestal. Su cadáver fue abandonado en el margen derecho de la carretera Interoceánica Urcos-Iñapari, a la altura del kilómetro 356.
Su cuerpo fue hallado por su padre, Demetrio. El progenitor y su hijo habían denunciado previamente, en reiteradas oportunidades, que recibían amenazas de muerte por parte de invasores y mineros ilegales que ingresaban a su propiedad, según consta en los archivos de la Policía nacional del Perú (PNP) y del Ministerio Público.
Demetrio Pacheco, uno de los principales opositores de la minería ilegal en Madre de Dios, dijo que un día antes del crimen, su hijo había salido a recorrer la concesión, pero ya no regresó a casa.
Este luchador ambiental lleva más de 30 años denunciando la tala y la minería ilegal. A él le fueron concesionadas 842 hectáreas de bosques en la provincia de Tambopata, desde 1995. Sin embargo, a partir del 2012, empezaron a registrarse las invasiones a esos terrenos donde se produce gran cantidad de castañas.
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También, son albergues de una gran biodiversidad de flora y fauna. Su defensa por estos bosques tropicales era compartida por su hijo Roberto quien, en el 2017 se había salvado de ser asesinado. Pidieron garantías, pero no se las brindaron. Solo tuvieron el apoyo de la Defensoría del Pueblo.
Con estas detenciones, la policía estaría a punto de esclarecer uno de los crímenes más abominables cometidos en la Amazonía. Los interrogatorios se realizan en presencia de un fiscal para determinar también a los autores intelectuales.