Gran cantidad de perros en el Perú viven en las calles en medio del abandono, olvido y múltiples necesidades sin atender. Vecinos no se ven en la capacidad de adoptarlos por diversas razones. Ante dicha situación y la saturación de los albergues, surge una alternativa para su cuidado: los llamados “perros comunitarios”.
¿En qué consiste dicha iniciativa? Diana Flores, de la Coalición por los Animales del Perú (COLPA), explicó a La República que los perros comunitarios “son animales en situación de calle, que no tienen el control permanente de una familia, pero que a pesar de ello reciben cuidados por parte de los vecinos y vecinas y de algunas organizaciones”.
Los cuidados que reciben estos animales, señaló Flores, van “desde lo más básico, como darles comida, hasta en algunos casos esterilizarlos, vacunarlos, tener incluso una casa dentro de la cuadra y una relación más estable y monitoreada”. Esta figura, indicó, también puede aplicarse a los gatos de la calle.
En el Perú existen casos de perros comunitarios, aunque dentro de lo informal, debido a que no se cuenta con un marco de respaldo. Flores mencionó que, en una encuesta online de COLPA realizada a más de 2.000 personas, un 65% de los consultados dijo haber visto o conocido casos de perros o gatos comunitarios en sus distritos y que, de este porcentaje, el 83% afirmó participar en el cuidado de estos animales.
Los perros comunitarios reciben diversos cuidados básicos. Foto: La Hora Ecuador.
La animalista sostuvo que la modalidad de “perro comunitario” ayuda a mejorar la calidad de vida de estos animales, pues la vacunación y la esterilización que pueden recibir los hará menos propensos a situaciones de sufrimiento.
Asimismo, Flores resaltó la capacidad de esta herramienta para prevenir casos de maltrato animal. “Cuando una comunidad asume como suyo a un perro comunitario, lo cuida de que no reciba agresiones de personas que no saben o tienen formas de manifestarse violentamente con ellos”, expresó Flores.
Para el veterinario Marco Díaz, estos esfuerzos benefician a la salud pública. “Hay enfermedades zoonóticas de los perros que perjudican a las personas con la sobrepoblación. Los perros de la calle andan en manada, buscan en la basura, y generan problemas de salud y medioambientales. Esta modalidad ayuda a estos animalitos y a reducir la sobrepoblación”, señaló.
Los expertos consultados coinciden en que la esterilización contribuye al bienestar de los perros. Foto: Archivo GLR.
Díaz recomiendó una alimentación balanceada para estos perros, “porque una alimentación casera suele traer excesos o deficiencias”, y recomienda controlar la cantidad de alimento que se les da, para evitar que todos le den de comer al mismo tiempo, pues “es muy común ver a estos perritos con sobrepeso, el cual les trae más complicaciones”.
Un cuidado común para estos animales es construirles una casita para que pasen la noche. “Esto también hace que se sienta protegido, genera una relación de confianza y tengamos donde ubicarlo para suministrarle los cuidados básicos. Esto debe ser parte de un diálogo con los vecinos y vecinas para no generar problema con otras actividades", explicó Flores.
En algunos casos, los vecinos se turnan para hacer que el perro duerma en sus casas. En tal caso, Díaz recomendó estar atentos, pues “hay perritos que están acostumbrados a estar en la calle y tienen tendencia a escapar”.
La vacunación será un paso importante para evitar enfermedades. Díaz indicó que estos perros deben recibir como mínimo la vacuna séxtuple contra la leptospira, distémper, influenza, parvovirus, hepatitis y rabia. La vacunación es anual, o semestral en caso de la leptospira.
Muchas veces se suele construir una casita para que los perros pasen la noche. Foto: La Voz.
El veterinario también aconsejó desparasitar a estos perros, de manera interna (cada 3 meses), y externa para ectoparásitos como la pulga o la garrapata (cada mes o 3 meses, según el producto).
Otro punto de importancia es la esterilización. Flores explicó que este procedimiento evitará riesgos como los atropellos de autos, pues estos suelen suceder cuando los perros no esterilizados forman grupos.
“Además, mejoraría su relación con el entorno. Un perro esterilizado controla mucho mejor su comportamiento, y por lo tanto el riesgo de formar jaurías o tener algunas expresiones de agresividad disminuye muchísimo, y con ello el de recibir represión de los vecinos o vecinas”, asegura la animalista.
“Las perritas que no son esterilizadas pueden sufrir infecciones uterinas que arriesguen su vida o tumoraciones mamarias, y los perritos pueden desarrollar prostatitis, tumores prostáticos. La esterilización también reduce la sobrepoblación animal y sus consecuencias”, añade Díaz, quien también recomienda visitar al veterinario y bañar al animal como mínimo una vez por mes.
Los expertos consultados coinciden en que la esterilización contribuye al bienestar de los perros. Foto: Difusión.
La modalidad del “perro comunitario” es recogido en las leyes de países como Chile, el cual permite inscribir a dichos animales en el registro de mascotas. Flores comenta que, en el Perú, estos esfuerzos no tienen respaldo del Estado ni marco normativo que los reconozca, si bien algunos municipios realizan campañas de apoyo hacia esta labor.
Con el fin de cambiar la situación, y para manejar de forma humanitaria la sobrepoblación de perros y gatos, Flores y otros activistas crearon el Proyecto de Ley “4 Patas Ya”. Su principal propuesta es la esterilización, la cual se busca facilitar mediante programas para animales con familias, pero también para perros comunitarios y en situación de calle.
“El proyecto de ley ofrece una alternativa para que los animales que no puedan ser introducidos a un hogar mediante la adopción, puedan recibir más cuidados en la situación de calle, lo que facilita que se les esterilice y que por lo tanto su calidad de vida mejore”, manifestó la activista.
Esta propuesta también busca modificar el régimen jurídico de canes, que permite a las municipalidades eutanizar a los animales recogidos de las calles si en 30 días no son reclamados por nadie.
El proyecto de ley "4 patas ya" ha sido derivado a la Comisión Agraria del Congreso. Foto: Archivo GLR.
“Proponemos que solamente puedan ser sacrificados los animales a los que un veterinario les haya comprobado el diagnóstico de rabia”, mencionó la animalista. Este proyecto permitiría también que los animales recogidos puedan ser esterilizados y devueltos a la calle bajo el régimen de perros comunitarios.
El proyecto de ley ha sido inscrito y derivado a la Comisión Agraria del Congreso. “Esperamos que se pueda agendar en las siguientes semanas”, afirmó Flores.
Flores invita a la sociedad en general a “asumirnos todos y todas como responsables de la situación de perros y gatos en el país”. En ese sentido, invoca a quienes no puedan adoptar animales a identificar cuáles viven en su entorno y organizarse con otros residentes -y, de ser posible, con una asociación que brinde orientación- para darles de comer y brindarles vacunas y esterilización.
“Se pueden hacer roles -que en muchos lugares existen- para darles comida, se pueden hacer cuotas, y si el proyecto sale como esperamos, pueden acceder a una tarifa de precio humanitario para esterilizar a este animal”, añadió la activista.
“El objetivo a largo plazo es que no existan perros y gatos en las calles, en abandono ni en semiabandono. Pero esta es una estrategia intermedia, de transición, para mejorar en el corto plazo nuestra relación con ellos”, sentenció Flores.