Agobiados por el incremento de robos y ataques con armas de fuego entre delincuentes, vecinos del asentamiento humano 23 de Octubre, en San Juan de Lurigancho (SJL), decidieron realizar una colecta para instalar cámaras de seguridad y ayudar a la Policía en la lucha contra la inseguridad.
“Todo el día los delincuentes están rondando en mototaxis o autos para robar. Esperamos ahora que la Policía pueda darnos mayor seguridad a todos los vecinos que tenemos que salir a trabajar”, señala Lucio Castro en diálogo con La República.
En el mes de julio, Basilio Sánchez Tenicela fue asesinado por sicarios en la zona cuando se disponía a visitar a su madre tras varias semanas de ausencia por el confinamiento.
Las cuatro cámaras, colocadas en puntos de acceso y zonas de mayor incidencia delictiva, son de alta resolución y permitirán la identificación facial y placas de vehículos a la policía con el uso de un software, detalló el ingeniero Ronald Tanta, encargado de la instalación.
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De esta forma, los vecinos, pese a las limitaciones de dinero por la pandemia, esperan frenar los asaltos al paso e inseguridad que viven.
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