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Sociedad

Minería ilegal: No es un juego de niños

Hallan evidencias que estarían adiestrando a menores a realizar estas actividades en Madre de Dios. Fiscalía Especializada en Materia Ambiental, Marina de Guerra y PNP asestan duro golpe a la minería ilegal en la ‘nueva Pampa’.

En la zona de amortiguamiento del parque nacional Alto Purus, denominada la ‘Nueva Pampa’, conviven mineros ilegales y menores que aún no dejan de ser niños y ya los estarían preparando para ingresar al llamado ‘corredor del mercurio’, donde son adiestrados para extraer oro.

Esta región de Madre de Dios es considerada ahora como uno de los principales centros de operaciones de la minería ilegal y la deforestación de la amazonia peruana.

Un operativo en este sector de la provincia del Tahuamanu, permitió al personal de la Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) y a los agentes de la Marina de Guerra y de la Policía, hallar evidencias que han puesto al descubierto un abominable delito de explotación infantil.

Con rústicos juguetes o replicas de tolvas, tracas y bombas de succión, en medio de la selva y de las cuencas de los ríos Las Piedras y Madre de Dios, los niños aprenden a soportar las inclemencias de la vida, apartados de servicios elementales, sin acceso a la escuela ni lugares de recreo.

Ahí, existe otra verdad paralela que se agudizó con la pandemia, producida por la COVID-19: el abandono escolar. Para estos niños, la varita mágica se extravió en medio de la minería ilegal.

Así comienza la explotación

Diversos testimonios recogidos por las autoridades señalan que comienzan ayudando a sus padres en tareas ‘sencillas’ de selección de desmonte minero o bateando en el río durante largas horas a la intemperie.

Después pasan a apoyar en la extracción de mineral, exponiéndose al peligro de sustancias tóxicas como el mercurio, cianuro y otros químicos.

Luego, alejados de una escuela que sus familias no pueden sostener, o por deserción, la vida les clausura la posibilidad de un futuro. “En esas condiciones, no es extraño que muchos de ellos sean violentos y que su vida les importe poco y nada”, refiere la psicóloga Viviana García

“Los niños sueñan con un lugar bonito que sea seguro y en el que puedan conocer a gente buena, vivir feliz con su familia y tener una educación. Pero en sus ojos no hay esperanza: solo un reflejo de los años vividos con miedo y en escondites”, reflexiona la fiscal Karina Garay, a cargo del operative ejecutado el 19 y 20 de Agosto en Pariamanu.

Con mineros ilegales

Para una eficaz ubicación de las áreas deforestadas, las autoridades realizaron un trabajo con drones y se pudo evidenciar cuatro focos de deforestación.

Se encontró 3 campamentos, 7 motores, 6 tolvas, 7 balsas carrancheras, 5 caballetes, seis tracas mecánicas, 7 bombas de succión, 70 paños de alfombra, un radiador, 7 metros de tubo de fierro, 175 metros de manga, 150 metros de magerote y 171 galones de combustible.

También dos quemadores de oro, motosierra, 235 gramos de mercurio, una laptop y una escopeta.

Y en medio de todas estas herramientas usadas para extraer oro illegal a diario, se encontró las replicas con las que se estaría adiestrando a los niños en esas labores.

“En el tema del trabajo de los niños en las minas hay un componente cultural muy marcado, el cual es esencial en el momento de ejecutar acciones concretas de prevención o restablecimiento” dice Nolberto Quispe, trabajador de una mina en proceso de formalización.

“Cuando en una familia se han dedicado tradicionalmente a la minería, es probable que los niños hagan parte de la cadena”, agrega.

No se debe jugar así

Liliana Buendía, psicóloga y directora de una escuela infantil, considera que “no se debe jugar con estos materiales”. ¿Por qué? “Hay que preguntarse si ese juguete contribuye a que tu hijo llegue al destino educativo que nos gustaría: ¿jugar con estas herramientas le va a hacer más tolerante, solidario, comprensivo, empático, feliz? No me parece”.

La abogada y catedrática, Carmen Meza, señala que en el Perú el artículo 23 de la Constitución en vigor que protege a los menores de edad que trabajan y el Código del Niño y Adolescente, Ley 27337, que establece una regulación especial para menores que hayan cumplido 14 años, y solo admite que niños de 12 años puedan desempeñar trabajos ligeros.

En el País, la Defensoría del Pueblo ha investigado las normas legales de orden internacional y nacional sobre el trabajo de los niños y en uno de sus informes reconoce que cerca de 2 millones de menores trabajan sin autorización legal, incluyendo los que se encuentran en ladrilleras, minas y canteras.

Maricarmen Alva sostiene finalmente que el Perú es el país con la tasa más alta de trabajo infantil en Sudamérica. “Más de 1,5 millones de niños y niñas son víctimas de explotación laboral y sexual, siendo obligados a exponerse. A esto sumémosle el gran riesgo que corren actualmente por la pandemia de la COVID-19.