Por: Alexandra Ampuero y Ernesto Carrasco
Reuters Health acaba de informar que “el proyecto de vacuna contra el coronavirus de la administración del presidente estadounidense Donald Trump está reclutando científicos en Sudáfrica y América Latina para ayudar a probar posibles vacunas en ensayos clínicos respaldados por Estados Unidos, comprometiéndose a facilitar el acceso de sus países a cualquier producto exitoso”.
Según la agencia, Moncef Slaoui, que lidera la Operation Warp Speed (ver despiece de esta información), un holding entre el gobierno de EE. UU. y las grandes farmacéuticas, habría contactado desde el mes pasado con científicos de perfiles académicos relevantes y que además provengan de países seriamente afectados por la pandemia para llevar a cabo ensayos clínicos multicéntricos de fase 3 de la vacuna contra la COVID-19. Dada la experiencia de campo y su preparación, los investigadores peruanos están bien calificados.
“La imagen de los médicos peruanos en el exterior es buena porque tenemos una característica diferente por la misma formación, que estamos más en contacto con el paciente. En el caso de los investigadores, de toda la producción científica peruana, un 50 o 60 % está vinculado al área biomédica”, resalta el Dr. Percy Mayta-Tristán, médico e investigador peruano.
En el caso de nuestro país, el ensayo clínico tiene que “registrarse en el Instituto Nacional de Salud (INS). Pero también existe la colaboración libre de los científicos, la cual no está regulada por el Estado. Los investigadores colaboramos sin convenios. Es justamente como la ciencia crece más rápido, es bajo el principio de ciencia abierta, ahí todos compartimos datos, información y experiencias”, explica Mayta-Tristán.
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Por parte del Instituto Nacional de Salud, el doctor Franco Romaní descarta que la Operación Warm Speed haya ingresado el trámite de autorización para probar la vacuna de alguna de sus farmacéuticas en el Perú. Sin embargo, el doctor reconoce que “de todos modos, las conversaciones entre científicos, investigadores y hospitales con estas farmacéuticas pueden estar ahí”.
También precisa que el proceso de aprobación para ensayos clínicos en humanos toma un lapso de siete días y actualmente hay tres laboratorios con el trámite iniciado. Fuentes de este diario confirmaron que una de las farmacéuticas es Jenssen de Johnson & Johnson y las otras dos serían AstraZeneca y Moderna Inc.
Ante la intensa competición entre los Estados, para conseguir un acceso a una posible vacuna contra la COVID-19, EE. UU. ha creado un programa gubernamental que prevé garantizar a los estadounidenses un acceso a la vacuna lo más rápido posible, a través de numerosos acuerdos firmados con laboratorios.
El 31 de julio, EE. UU. anunció el pago de US$ 2.100 millones a la francesa Sanofi y la británica GSK a cambio del suministro inicial de 100 millones de dosis para su país. Antes, invirtió más de US$ 6.000 millones en Johnson & Johnson, Pfizer y AstraZeneca (en cuyos ensayos participó Brasil), y en dos pequeñas empresas de biotecnología, Novavax y Moderna.
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