Por: Melina Ccoillo y Jessica Merino
Las luces se apagaron. Los gritos de auxilio resonaban por toda la Asociación de Vivienda La Rinconada del Cercado de Lima. Estas alertas permitieron que los vecinos salieran de sus casas y logren salvarse del incendio la noche del miércoles. Pese a que no se registraron víctimas mortales, ahora ellos conviven con un sentimiento de incertidumbre mientras no sepan dónde ni cómo continuarán con sus vidas tras perderlo todo.
“Es como si hubiésemos vuelto a nacer, no tenemos nada”, dice Natirido López Collado, padre de Herbert, un niño de 11 años y con parálisis cerebral. El hombre permanecía en su cama mientras le daba de comer a su pequeño, cuando escuchó unas voces que le alertaron del peligro. “Salgo y veo el fuego en el techo. Entonces agarré a mi hijo y salí corriendo, así como estaba, en ropa interior, sin zapatos, con lo que tenía puesto. Todos los documentos se han quemado”, cuenta Natirido, quien quiso rescatar sus pertenencias, pero las llamas ya habían destruido el hogar en el que vivió durante 20 años.
A este dolor, se le sumó la preocupación de que, al amanecer, su hijo comenzó a presentar problemas respiratorios. Después de varios intentos fallidos de comunicación con el servicio de atención domiciliaria de EsSalud (Padomi), los médicos del Sisol trasladaron al niño al hospital Rebaglati. “Mi hijo necesita ropa, una silla neurológica. Quisiera una vivienda digna para vivir con él”, pidió Natirido.
Sobre el pedido de reubicación, el alcalde de Lima, Jorge Muñoz, dijo que esto es aún “muy prematuro” y que se está evaluando un lugar cercano, que podría ser por la Vía Expresa. “Cuando suceden estas cosas (incendios) y uno ofrece un terreno en otro lugar, la población se resiste a irse y nos piden un lugar cercano. También hemos conversado por WhatsApp con el viceministro de Vivienda para usar unos módulos de su sector”, adelantó el burgomaestre, quien informó que se trata de 61 familias afectadas, es decir más de 200 damnificados.
Que ocurra un incendio de grandes magnitudes en medio de una pandemia agrava la situación de las víctimas. Así como ocurrió con el hijo de Natirido, los problemas respiratorios no se harían esperar y afectarán a otros damnificados. Sobre todo cuando la ayuda no llega a tiempo. Y es que, según cuenta Yngrid Custodio (44), trabajadora de limpieza pública y otra víctima del incendio, las carpas brindadas por la Municipalidad de Lima (MML) llegaron casi al amanecer y “no son completamente cerradas, hay huecos por donde entra el frío”.
La noche de la tragedia, Yngrid salió de su vivienda para trabajar. Tiene el turno de madrugada. Al enterarse de lo que venía ocurriendo en su casa, regresó y vio cómo sus tres hijos lograban salir, aún cayéndose por la desesperación. “No sabes qué hacer. Aún sigo con los nervios y la tristeza de haber perdido todo. Yo sé que lo material se hace, pero por ejemplo mi hija que estudia en la universidad Villarreal ha perdido todos sus papeles”, dice.
Yngrid teme por su salud y la de su familia, pues solo meses antes logró superar el Covid-19. “Quisiera ropa que nos abrigue, también útiles de aseo, alcohol, mascarillas. Yo sé lo que es exponerse en las noches, yo me contagié por estar trabajando así”, recuerda, pero no puede dejar su trabajo porque aún tiene varias deudas, entre ellas la de un préstamo que solicitó precisamente para construir el segundo piso de su vivienda que hoy ya no existe.
Ante el riesgo de que los damnificados puedan ser positivos para el nuevo coronavirus, la ministra de la Mujer, Gloria Montenegro, adelantó que todos pasarán pruebas de descarte y si alguno está infectado será llevado a la Villa Panamericana.‘‘Si es que hubiera positivos, los llevamos a la Villa Panamericana, los que no, tenemos que resguardar que no se resfríen ni que haya ningún tipo de contagio. Vamos a ver con el alcalde (Muñoz) si es que hubiera algún sitio estratégico donde pudieran ser reubicados y donde haya el menor riesgo posible'‘, aseveró.
Pero hay más peligros para la salud de las familias. Y es que los gases que se desprenden tras un incendio resultan altamente contaminantes, por lo que son más vulnerables a contraer enfermedades respiratorias y, a su vez, el Covid-19. “El humo es altamente tóxico. La mayoría de casas están revestidas de pintura, que es un derivado del petróleo. Entonces, cuando se incendia la pared, también la pintura y esos gases que sueltan son toxicos, sobre todo para los adultos mayores y niños. Esto aumentarán los problemas respiratorios. Y las mascarillas que usamos contra el Covid-19 no nos protegerán de esto”, explicó el comandante Lewis Mejía, oficial de Informaciones del cuerpo de bomberos.
El incendio logró ser controlado a las 3:30 a. m. de ayer, tras la labor de unas 25 unidades de Bomberos. Según informó el comandante Mejía, no hay peligro de que el fuego pueda reavivarse en la cuadra 9 del jirón Callao, en el barrio de Monserrat.
“Todas las casas de la asociació son de madera y este es un material altamente inflamable. A ello se le suma condiciones eléctricas defectuosas”, explicó. Además, indico que se pudo evitar a tiempo que más viviendas salieran afectadas. Sin embargo, aún no se pueda afirmar en qué lugar inició el incendio y cuáles fueron las causas.
La vivienda de Mercedes Espinar Goycochea (63) es precisamente de madera. Cuenta que la logró construir con el esfuerzo de lo que vendía como ambulante. ‘'Cuando dijeron incendio, ya estaba la llama. Sólo agarré a mi nieto, corrimos y nada sacamos'‘, recuerda. Ahora Mercedes, quien desconoce de dónde llegaban las voces que le alertaron que debía salvarse, deberá posponer la operación que necesita a su rodilla porque el dinero que tenía guardado en una cartera quedó carbonizado.
Al igual que Mercedes, Ángela Magariño(17) también pensó solo en salvar a quienes más ama. La joven se disponía a realizar su rutina habitual tras regresar de su trabajo, pero sintió unos pasos en su techo. Subió rápidamente y vio el fuego que se acercaba a sus cuatro perros. Estaba sola en casa. Así que cargó a sus mascotas y salió. “Ella adora a los animales, no supera que aún no encuentre a su gatito”, dice su madre Yolanda, quien recuerda que hace 15 años llegaron a la vivienda hoy siniestrada, precisamente luego de que su anterior casa también se incedie. Ella no quisiera que la historia se vuelva a repetir.
Los damnificados esperan una pronta reubicación.
La Décimo Segunda Fiscalía Provincial Penal de Lima abrió investigación preliminar por un plazo de 30 días contra quienes resulten responsables de la muerte del niño que cayó a un pozo abierto en un parque del Cercado de Lima.
Se ha dispuesto la elaboración de pericias a cargo del Instituto de Medicina Legal, entre otras diligencias, para determinar la presunta responsabilidad de algunos funcionarios de Sedapal o el municipio de Lima, representado por el alcalde Jorge Muñoz.
Precisamente, el burgomaestre señaló que está abierto a todo tipo de investigación para que “este tipo de hechos no se repitan”. “Sedapal aduce que este pozo se pudo haber hecho en 1968 por una empresa urbanizadora. Lo estamos analizando. Y la Autoridad Nacional del Agua (ANA) tiene responsabilidad sobre los canales y el manejo subterráneo del agua”, refirió.
La comuna empezó ayer la identificación de elementos de riesgo en 134 parques del Cercado de Lima.
Gloria Montenegro, ministra de la Mujer:
“Si es que hubiera positivos, los llevamos a la Villa Panamericana, pero los que no, deben ser resguardados para que no se resfríen ni haya ningún tipo de contagio. Vamos a ver algún sitio estratégico”.
Jorge Muñoz, alcalde de Lima:
“Estamos verificando si tenemos algún espacio cercano para poderlos cobijar. Entre los espacios que hemos identificado hay una zona cercana a la Vía Expresa, pero todavía es muy prematuro”.
Algunos damnificados. Natirido López (994917267) e Yngrid Custodio (953649984).
Incendios aumentan. Entre enero a julio, se registraron más de 5 mil incendios, asegura Lewis Mejía. Un número mayor con respecto a 2019.
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