En el Perú hay más de 239.000 personas que se han superado del coronavirus (COVID-19); sin embargo, muchas de estas están presentando secuelas o alteraciones que se evidencian luego de su recuperación.
Si bien aún no hay información precisa sobre estas, los especialistas de distintos campos de la salud explicaron al Diario El Peruano cuáles podrían ser.
Una de las secuelas sería la tos por hiperreactividad bronquial, una especie de asma postcoronavirus, que se presentan en casi todos los virus. Así lo manifestó el doctor Fernando Zarzosa, neumólogo de Sisol Salud, de la Municipalidad de Lima.
Otro caso, en particular en los pacientes que presentaron neumonía por COVID-19, son las lesiones pulmonares como la bronquiectasia, dilatación anormal y permanente de los bronquios, que genera dificultad para respirar. Estas últimas lesiones se producen porque el virus ha dañado el tejido del pulmón y ha formando cicatrices que podrían generar fibrosis pulmonar.
Secuelas del coronavirus en personas recuperadas. Foto: captura web El Peruano.
Aquellas personas que vencieron cuadros más severos de la enfermedad podrían enfrentar tromboembolias pulmonares por la aparición de coágulos en los vasos sanguíneos, que requieren un tratamiento completo puesto que si no se trata podrían generar un cuadro crónico.
Otras de las lesiones preocupantes es que el coronavirus podría haber afectado al corazón, por lo que podría manifestarse una miocarditis aguda o inflamación del músculo cardiaco, según explicó el doctor Bristan Maraza, cardiólogo de Sisol Salud. Esta se produce porque la infección del virus genera coágulos en la sangre que pueden producir infartos de miocardio o arritmias cardíacas, que podrían ser fulminantes.
Muchos pacientes están presentando problemas de hipertensión arterial, sin haberlos sufrido anteriormente; y en aquellos que la tenían controlada, esta se ha complicado. Incluso, los asintomáticos de la COVID-19 pueden presentar las arritmias, las cuales pueden ocasionar una muerte súbita.
Asimismo, la pandemia habría aumentado problemas de salud mental, como depresión y sensación de culpa, así como cuadros de psicosis, ansiedad y miedo, que se presentan desde el inicio de la enfermedad y se mantienen en el tiempo, de acuerdo a la psicóloga Cecilia Portocarrero.
También, las personas recuperadas podrían presentar un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) aplicado a la exageración de la higiene para no volverse a contagiar. Es recomendables la rehabilitación con terapias cognitivas conductuales y de relajación.