Desde que el coronavirus llegó a nuestro país, las prácticas colectivas a las que más se han recurrido son las populares ollas comunes. De esta manera, muchas familias han logrado subsistir a pesar de las consecuencias económicas que ha ocasionado la paralización de actividades.
Es así como unos activistas de “Soy Voluntario Lambayeque” repartió alimentos a un grupo de 40 trabajadoras sexuales del centro de la ciudad de Chiclayo, en Lambayeque.
Franklin Varillas, presidente de la asociación, manifestó que identificaron 40 personas, quienes ofrecen servicios sexuales en las calles Siete de enero, Balta y Pedro Ruiz. Casi todas viven en hospedajes o cuartos alquilados, es por ello que desde que inició la pandemia hacen ollas comunes con el apoyo de algunas personas.
Además, a través del voluntariado se gestiona la aplicación de las pruebas COVID-19 a las trabajadoras sexuales, después de que varias manifestaran síntomas. Muchas de ellas no pueden acceder a los servicios de salud.
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Los jóvenes solicitan el apoyo de empresas para continuar con su labor. Necesitan alimentos y utensilios para poder implementar un comedor.
De acuerdo con la Gerencia Regional de Salud (Geresa), en Lambayeque no existe un registro de trabajadoras sexuales que ofrecen sus servicios en la vía pública, por lo que los jóvenes esperan iniciar un mapeo con las autoridades locales.