La pandemia por coronavirus en Perú ha afectado económicamente a todos sin excepción. A unos más que a otros, pero como suele suceder, los más vulnerables son quienes peor la pasan. Sin embargo, también son ellos los que demuestran que siempre se puede salir adelante. Ese es el caso de una pareja de adultos mayores en San Martín de Porres (SMP), quienes han decidido emprender un negocio para enfrentar la crisis desatada por la COVID-19.
Según la historia que compartieron en Facebook, este par instaló un negocio de hamburguesas en la puerta de su hogar, donde atienden cumpliendo con todos los protocolos de bioseguridad. Inicialmente no tenían muchos clientes, hasta que una usuaria decidió apoyar y compartir su historia a través de redes sociales.
“Amigos en la av. El Olivar cuadra 2, hay dos abuelitos vendiendo hamburguesas con todos los protocolos de seguridad. Si están cerca cómprenles a ellos, son una parejita muy amable. Ayer pasé por la noche y solo miraban sus precios, (yo) por supuesto que les compré. Ayuden a compartir para que estos abuelitos vendan sus productos”, señaló la publicación de Verónica Cárdenas.
Mientras, otra usuaria indicó que la pareja no había recibido ayuda desde el Estado. “La Sra. Alita y su esposo no fueron beneficiados por el fondo ‘Reactiva Perú‘, tampoco les llegó el Bono Universal del Midis. Mucho menos una asistencia técnica para que su emprendimiento pueda ser mínimamente rentable o que garantice la subsistencia de estas personas. Probablemente no tengan una cuenta bancaria (otra vez, inclusión y educación financiera ausente), quizás tampoco sepan cómo vender por Internet o no tienen conectividad”, remarcó Rebeca Zedano en otra publicación de Facebook.
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La noticia positiva es que debido a que se hizo viral, los clientes de la pareja han aumentado, haciendo que puedan tener más ingresos y ganas de persistir. “No obstante, hoy llegó una cola de personas deseosas de comprar sus hamburguesitas y alitas”, agregó una de las comensales.
Al ser adultos mayores, ellos se ven expuestos a contraer la enfermedad, pero la realidad no espera y se ven en la obligación de ganarse la vida. Finalmente, muchos clientes solicitan apoyo para que la pareja continúe, ya que su historia es un ejemplo de que se puede iniciar un negocio y respetar las medidas de bioseguridad.