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Sociedad

El Huaralino: la historia de cómo se transformó en local de campaña contra el coronavirus

En el mismo espacio donde miles de personas escuchaban en vivo al Grupo 5, Agua Marina y otras agrupaciones de cumbia, médicos y enfermeras se organizan para atender a personas con síntomas del coronavirus.

larepublica.pe
Desde mayo, personal de la Diris Lima Norte recibe llamadas de pacientes que tendrían coronavirus en El Huaralino. Composición: La República.

Dos semanas antes de que el primer caso de coronavirus llegara al Perú, Juan Pablo Fernández, el empresario que alquila el local a los dueños del Huaralino, había firmado un contrato por el complejo para todo el 2020. Planificó decenas de conciertos de cumbia, pues jamás imaginó que la COVID-19 paralizaría la industria musical.

El estado de emergencia aún no se decretaba y en el local ubicado en el óvalo Naranjal se realizaban grandes shows que iluminaban la Panamericana Norte.

Tras aceptar que los eventos no retornarían pronto, Fernández prestó el complejo a la Dirección de Redes Integradas de Salud (Diris) Lima Norte. Ahora, donde bailaban los fanáticos de la cumbia norteña, personal de salud atiende llamadas de pacientes que podrían padecer el coronavirus.

En la página de Facebook, se ve que promocionaban conciertos para abril. Tenían programado varios conciertos en este 2020 ...

Esta pandemia nos cayó de sorpresa a todos. Entonces, sí claro, teníamos programado actividades casi todo el año. Lo que pasa es que el Huaralino es un local con un nombre ganado. Entonces, acá las fechas las separan con 3, 4 o 5 meses de anticipación. Con decirte que hasta el 31 de diciembre de 2020 ya estaba separado. Habían eventos programados para el Día de la Madre, el Día del Padre, el Día del Trabajador, el 30 de abril.

¿Cuál fue la primera solución que intentaron darle al problema en ese momento?

En el momento no pensamos nada porque estábamos esperando. Pensábamos que esto iba a pasar quizás en un mes o semanas, días. Todos pensábamos eso. Pero cuando se decretó el toque de queda, la emergencia, la cuarentena, pues, pensábamos que iba a pasar en dos meses o tres, hasta junio. Pero luego dijeron que los eventos se podrán realizar recién el otro año. Yo soy de Piura. Aquí habían unos paisanos que me conocían y querían que les hagan pruebas rápidas para retornar a Piura. Iban al hospital y nadie les hacía caso. La única forma para que les hagan caso era que hicieran un plantón afuera del Huaralino. Por medio de la prensa la Diris Lima Norte les hizo la prueba y pudieron viajar.

¿Cuántas personas fueron?

162 exacto. Hasta ahora no me olvido. Hicieron una olla común acá. Les presté los servicios. Y comenzaron a colaborar para la olla común. En realidad, en menos de 2 días hicieron la prueba porque la prensa vino. Cuando vinieron a hacer la prueba, vinieron los de la Diris Lima Norte y preguntaron si podían trabajar ahí porque ellos tienen un local, al costado de la estación Naranjal, donde no tenían espacio. Se estaban contagiando muchos porque no podían cumplir el distanciamiento. Hablaron conmigo. Yo soy el organizador del local, en realidad, no soy el dueño, los dueños a mí me lo alquilan por un año. En vista de que ya no me quedaba de otra, les dije que ponía el local a disposición, no les cobré nada, pero sí les pedí que me paguen los servicios del local. Se interesaron. Se mudaron por acá el día 4 de mayo.

Esta pandemia ha usted le generó una pérdida porque ya había pagado el alquiler de un año ...

Efectivamente. Justo el domingo pasado tuve una reunión con los dueños. Lo que pasa es que a mí el local me lo alquilan por ejemplo a S/ 400.000. Este local es carísimo. Yo pagué un 70% de este monto a los dueños y firmé un contrato el 14 de febrero para lo que concierne todo el 2020 hasta el 14 de febrero de 2021. Pero se dio esto y el domingo me reuní con los dueños. Conversamos. Los 250.000 soles que les di no me los devolverán, pero los otros 150.000 soles pendientes, me lo condonaron. El saldo restante que yo debía ya no me lo cobraron. Pero esos 250.000 los estoy perdiendo prácticamente.

¿Qué pasó con las personas que trabajaban ahí en el Huaralino antes de que inicie todo?

Algunos los mantengo acá porque los tengo en planilla. Los mantengo trabajando. Le voy a ser sincero, yo solo trabajo con 5 personas, 2 de limpieza, 2 de la puerta y mi persona con un hijo que tengo acá. No tenemos más personas porque, cuando yo alquilo el local, el organizador de los eventos o el promotor de eventos viene con su seguridad.

¿Recuerda cuál fue el último evento que realizaron?

El aniversario del Huaralino. Nunca me voy a olvidar. Fue el 29 de febrero.

Para esa fecha ya se hablaba de que el coronavirus llegaría al Perú, ¿imagino que iba a ser así?

Ya se comentaba, claro que sí, pero no imaginaba que iba a ser tan peligroso. Pensé que era como una gripe. No pensé que iba a llegar al Perú. Después del aniversario del Huaralino, ya se había programado una yunza acá, una fiesta patronal, entonces el Gobierno o el presidente decretó que se hagan reuniones con menos de 300 personas. Entonces, llamé a los organizadores y me dijeron “seremos 200 personas, no más”. Fue el 14 o 15 de marzo. La gente por el miedo ya no salió. De los 200 que teníamos programados para esa fiesta, solo asistieron 50.

¿Han tenido que devolver el dinero que las agrupaciones pagaron para separar el local?

En realidad, el local estaba separado con varias fechas, pero muy pocos nos dieron plata. Nosotros no acostumbramos a pedir plata adelantada. Muy pocos fueron los que dieron. Cuatro o cinco. Pero nos hemos reunido y hemos quedado en que vamos a reprogramar las fechas hasta el próximo año, en cuanto ya se puedan hacer eventos. Nos vamos a volver a reunir y reprogramaremos las fechas que tenían separadas.

¿Hasta cuándo cree que seguirá alojando a la Diris Lima Norte en el Huaralino?

Firmé un convenio con ellos hasta que dure la pandemia. Según como se den las cosas, creo que en noviembre o diciembre ya debe terminarse. Tengo la fe y la esperanza de que el 31 de diciembre podamos hacer un evento para recibir el año 2021.

Ojalá que se pueda

Ojalá que sí porque hay mucha gente que se quedó sin trabajo. Desde el que recoge botellas hasta los que pegan afiches y dan volantes. La verdad que es una industria que se quedó paralizada.

Cuando el Huaralino pueda reabrir, ¿qué va a cambiar?

Si en este local entraban 10.000 personas, pienso que no permitiremos que entren más de 2.000 o 1.500 para asegurar el distanciamiento. A no ser que la vacuna esté en el mes de octubre. Creo que con la vacuna todos estaremos seguros. En cuanto a la cerveza, nosotros vendíamos acá la botella con vaso, como siempre acostumbramos los peruanos. Ahora estamos viendo que ya no será lo mismo, o sea, vamos a vender cerveza en lata o cerveza personal.