Cusco. El lunes fue un día de muerte. Seis cusqueños contagiados con la COVID-19 fallecieron en Cusco. Es la cifra más alta de decesos desde que se detectó el primer caso en la Ciudad Imperial. Entre el jueves y sábado de la semana pasada hubo 10 decesos. La cifra acumulada llega a 47. En cinco días murió la misma cantidad de pacientes infectados que el registrado en los dos primeros meses del aislamiento social obligatorio. La tasa de letalidad escaló a 1.65%, cuando hasta junio la tasa no había superado el 1%.
El jefe de Inteligencia Sanitaria, Javier Ramírez, sostuvo que más del 70% de pacientes con coronavirus que llegaron a las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) fallecieron. Mientras que algo más del 20% venció al virus y escapó de la muerte. Eso quiere decir que se han salvado “unas 20 personas más o menos”, dijo Ramírez.
El aumento de fallecimientos coincidió con el “levantamiento de facto” de la cuarentena obligatoria en Cusco entre el 20 y 25 de junio. En tanto, el número de camas UCI con ventilador mecánico para pacientes con la COVID-19 subió a 21. Hay otros 10 ventiladores que servirán para instalar un número igual de camas para pacientes graves.
Asimismo, hay cuatro ventiladores para transportar a pacientes delicados de zonas alejadas. Ramírez sostuvo que cinco camas UCI funcionarán en el Hospital Modular, ubicado al costado del nosocomio Regional, que será puesto en funcionamiento este viernes. Allí habrá 100 camas, 95 de las cuales serán para pacientes no críticos, pero que necesitan atención especializada.