Lo que hace más de un mes empezó como una gran preocupación ante la posibilidad de un contagio masivo, hoy es una terrible realidad. Se supo que de las 374 internas del Establecimiento Penal de Mujeres de Chorrillos a quienes se aplicó la prueba rápida para detectar si portaban el virus, 310 dieron positivo.
La abogada Katia Pinedo refirió que la alerta por el brote de la enfermedad se dio primero en el penal anexo. Como medida de precaución las autoridades trasladaron a las internas embarazadas y a las que tenían niños a la sede del centro de capacitación del personal penitenciario. A los pocos días fueron devueltas.
Pero el contagio empezó a extenderse al Penal de Mujeres de Chorrillos, antes llamado Santa Mónica. No tardaron los reclamos y protestas que fueron difundidos por los medios de comunicación. Entonces llegó personal del Minsa para examinar a la población penal. Los resultados fueron alarmantes.
“Las mujeres se quejan porque saben que en otros penales la situación ha sido terrible y en el anexo de Santa Mónica ya hubo fallecidas”, indicó Katia Pinedo.
Por su parte, el Instituto Nacional Penitenciario (INPE) informó que de las 310 internas que resultaron positivas, 303 son asintomáticas y 7 presentan algún síntoma leve. Las últimas han sido aisladas en un ambiente acondicionado, donde están recibiendo tratamiento médico y son monitoreadas de acuerdo al protocolo del Ministerio de Salud.
En cuanto a las internas asintomáticas, el INPE indicó que ellas también son monitoreadas por el equipo médico del centro penitenciario, cuyo tópico está dotado con balones de oxígeno y medicinas.