El nuevo ambiente complementario, implementado en el hospital regional Eleazar Guzmán Barrón de Chimbote, región Áncash, para pacientes COVID-19, carece de áreas e instalaciones técnicas exigidas por la normativa aplicable y presenta serias deficiencias en la infraestructura, advirtió la Contraloría General de la República.
Indicaron que estas situaciones limitan la capacidad de respuesta del nosocomio chimbotano, ante la emergencia sanitaria por el coronavirus y ponen en riesgo la salud de los usuarios, personal asistencial y su entorno.
El Informe de Hito de Control n.° 4902-2020-CG/GRAN-SCC revela que el Gobierno Regional de Áncash aprobó el expediente técnico de la obra sin considerar la totalidad de ambientes contemplados en el plan regional de reforzamiento de los servicios de salud y contención del coronavirus, como triaje, consulta externa/urgencia y Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El nuevo ambiente hospitalario de 204.96 metros cuadrados, construido con material Drywall cerca a la puerta de acceso a emergencia, incluye una sala de aislamiento para pacientes con COVID-19, áreas de descanso médico, Rayos X portátil, ambiente de nutrición, cuarto limpio, cuarto sucio, cuarto séptico, ambiente de desinfección, dos servicios higiénicos con duchas para el personal y dos medios baños para visitantes.
Los auditores de la Gerencia Regional de Control de Áncash constataron que durante la ejecución de la obra se eliminó el ambiente de desinfección. Además, en los componentes y planos de las instalaciones mecánicas no consideraron la instalación de sistemas de contención de aires contaminantes y de climatización en las salas de hospitalización, áreas que tampoco cuentan con servicios higiénicos ni closets para la ropa de pacientes.
En relación al diseño y dimensionamiento de la edificación, se identificaron deficiencias en los anchos de los corredores internos de circulación, que miden 1.15 m y 1.65 m cuando lo exigido por las normas técnicas de salud es de 2.40 metros. Lo mismo ocurre con la puerta principal de ingreso, ubicada en la zona posterior de la infraestructura, cuyos anchos miden 1.65 m debiendo ser 1.80 m.
Además, el expediente técnico no proyectó la totalidad de aparatos sanitarios y accesorios (inodoros, dispensador de papel toalla, jaboneras, urinarios, lavaderos y otros), señalización externa e interna, planos de seguridad ante siniestros y sistemas de información y comunicaciones (alarma de incendios, llamada de enfermera, conectividad y seguridad informática, telefonía y video vigilancia).
El nuevo ambiente ha sido recepcionado por el Gobierno Regional de Áncash, el pasado 22 de mayo, situación que podría generar que la obra se liquide sin haberse cumplido con la totalidad de lo contratado. Cabe señalar que, debido a su importancia, este hospital atiende a pacientes infectados con COVID-19 de las provincias de Santa, Casma y Huarmey, y de los valles intermedios de Caraz, Huaylas, Yungay, Huaraz, Sihuas y Ocros.
La entidad no ha registrado y publicado la información del procedimiento de selección por contratación directa para la ejecución del proyecto en el Sistema Electrónico de Contrataciones del Estado pese al vencimiento del plazo establecido (10 días hábiles siguientes del inicio de obra); situación que limita el control social y afecta la transparencia durante el estado de emergencia sanitaria.
Los resultados de acción de control fueron comunicados al titular del Gobierno Regional de Áncash, el 2 de junio último, para la implementación de las medidas preventivas y correctivas que correspondan, que permitan reforzar la capacidad de respuesta y contención de los servicios de salud.