A fin de determinar responsabilidad en la muerte de una bebé de meses por presunta negligencia médica en la unidad COVID-19, la Defensoría instó al director del Hospital Regional de Tumbes iniciar una investigación.
La madre indicó que no le pudieron brindar atención médica inmediata por falta de equipos pediátricos, infraestructura y electricidad en el nosocomio José Alfredo Mendoza Olavarría.
En esa línea, la progenitora explicó que su hija estaba siendo atendida en un consultorio particular, pero debido a que no presentaba mejoría fue llevada a un médico pediatra privado, quien después la derivó al Regional. Tras la prueba de descarte se decidió su traslado a la Unidad COVID-19.
Sin embargo, fue ubicado en un container sin fluido eléctrico. A las 3 de la mañana del 17 de mayo, la madre comunicó que su hija empezó a tener problemas para respirar, por lo que solicitó la intervención de un pediatra. Al no contar con equipos ni implementos falleció a los pocos minutos.
Abel Chiroque, defensor del Pueblo, demandó al director adoptar medidas mínimas para asegurar la atención de los pacientes. Toda vez que advirtió, a través del oficio n.º 182-2020-DP, las deficiencias en los módulos: no tienen energía eléctrica ni servicios higiénicos.