Liubomir Fernández
Cinco militares y tres policías peruanos hicieron una intervención contra el contrabando en territorio boliviano, entre el hito 18 y 19 jurisdicción de la comunidad boliviana de Viluyo. El hecho ocurrió el último sábado al promediar las 12:45 horas.
La patrulla peruana habría cruzado la frontera para incautar presuntamente mercadería ilegal en un camión Fuso, pero terminaron enfrentándose con un grupo de autoridades comunales de Viluyo. La acción desembocó en una gresca cuerpo a cuerpo y disparos al aire.
La República contactó con varios pobladores bolivianos. Ellos confirmaron que los uniformados peruanos hicieron uso de su arma de fuego. Al soldado acusado de generar el enfrentamiento le quitaron su Fusil Automático Ligero (FAL) y lo golpearon.
La gresca se originó porque la patrulla combinada peruana fue acusada de ejecutar una acción que no estaba entre su competencia y que además se habría pasado un kilómetro de la frontera hacia Bolivia.
Varios testigos llamaron de inmediato a la Capitanía Armada Fronteriza. Esta unidad envió una patrulla de militares al lugar de los hechos.
Los militares bolivianos incluso llevaron al lugar una ambulancia para prestar ayuda médica al soldado acusado de generar el enfrentamiento. Empero, el oficial a cargo de los soldados se negó al traslado hacia Copacabana en territorio de Bolivia.
Sin embargo, eso no impidió que se queden retenidos en Viluyo, más de cinco horas. Recién después de las 18:00 horas, las autoridades militares de Bolivia entregaron a los cinco militares y tres policías por la frontera de Kasani. Se les devolvió además el FAL que se les fue confiscado.
Habría habido gestiones entre militares de ambos países para la liberación. El temor de los que intervinieron fue evitar un escándalo diplomático.
La República obtuvo imágenes en exclusiva sobre el momento en que militares peruanos estaban en suelo boliviano. En las imágenes se observa que uno de los soldados yace tendido en el piso cerca de una ambulancia boliviana. Muy cerca están los demás miembros de la tropa peruana. “No hubiera pasado nada sino habrían hecho una intervención militar en territorio boliviano. Además, golpearon a las autoridades comunales”, dijo un testigo.
Pese a estas evidencias, el Ejército negó los hechos. La Policía Nacional también desmintió lo sucedido. El fiscal Ludmir Astorga de Yunguyo, inició indagación, pero tanto la Policía Nacional como el Ejército negaron información.