Agentes de la Policía Fiscal intervinieron a un hombre, identificado como José Sandoval Rufasto, al interior de un auto estacionado en el jirón Apurímac, en el Callao. En su poder se encontraron 18 pruebas rápidas para el descarte del nuevo coronavirus y más de 280 cajas con medicamentos en mal estado.
La ubicación del sujeto permitió allanar una vivienda de la cuadra 1 de la calle Andrea del Sarto, en San Borja, donde según él, había adquirido el material médico.
Días antes, los vecinos de la urbanización se quejaron con la Municipalidad de San Borja sobre el aumento del movimiento en torno a dicho inmueble pese al estado de emergencia.
Pedro Madrid, jefe de Fiscalización de la comuna, indicó a América Noticias que se acercaron al local y procedieron con su clausura por no contar con la licencia para funcionar. Luego dieron parte a la Policía.
“Tratamos de entrevistarnos con el dueño del local y no nos permitió, entonces pedimos apoyo la Policía. Nosotros hemos clausurado el día lunes”, señaló.
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En el operativo también se intervino otra vivienda en San Borja donde encontraron 1.400 pruebas rápidas más. Según la Superintendencia Nacional de Salud (SuSalud), este inmueble no contaba con autorización para almacenar el material.
Se informó del operativo a la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid), a SuSalud y al Ministerio Público.
Hace menos de un mes, la División de Alta Complejidad (DIVIAC) de la Policía intervino a dos hombres en el distrito de Comas por tener en su poder pruebas rápidas para el descarte de la COVID-19.
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Los sujetos fueron sorprendidos ofreciendo los test serológicos al interior de un vehículo estacionado a la altura de la cuadra 46 de la avenida Túpac Amaru.
Al interior del auto se hallaron 25 kits de pruebas rápidas usadas y una sellada. Asimismo, se encontraron algodones, agujas, trajes de protección, guardapolvos, máscaras, guantes, entre otros implementos médicos.
Los sujetos se identificaron como Jonathan Pineda (38), de nacionalidad venezolana, y Julio Tasayco Bellido (60). Ninguno de los dos contaba con permiso para ejercer la medicina en el país.