Cuando el coronavirus llega a la familia, todo cambia. El sufrimiento no solo es del paciente infectado, sino de todos los integrantes, pues deben estar pendientes del tratamiento médico, teniendo que esperar largas horas afuera de los hospitales y en algunos casos, por la distancia de procedencia, duermen en la calle.
La imagen que se aprecia en la nota es de esta mañana en los exteriores del Hospital Regional Lambayeque. Una persona amanece en el piso, sobre cartones y tapado con una frazada. Así se sufre en estos tiempos de pandemia.
Otros familiares llegan con sus pacientes para internamiento y ante la situación crítica de los nosocomios por la cantidad de personas hospitalizadas, van de un lugar a otro a la espera de atención médica. Si no logran la hospitalización, deben volver a casa.
Luchan en casa
Existen familias que han optado por la no hospitalización y tienen que ver la manera de obtener dinero para la compra de balones de oxígeno y atender a sus familiares en casa con la asistencia de algún profesional de la salud a distancia, haciendo uso de la tecnología.
Cada balón de oxígeno tiene un valor aproximado de 180 soles y dura en promedio 11 horas, por tanto, las cosas no son tan simples de manejar.
Así de difícil está la situación del coronavirus en el país, concretamente en la región Lambayeque donde se registran más de 1800 infectados y la cifra de fallecidos supera los 170.