La Entidad Prestadora de Servicios de Saneamiento de Lambayeque (Epsel) y la empresa privada brindaron agua potable gratis a más de 3 mil familias de zonas vulnerables de los distritos de Motupe y Olmos, y de esta manera sacar adelante el estado de emergencia para evitar el contagio y propagación del coronavirus.
La entrega de agua potable gratis a más de 3,000 familias de zonas vulnerables de los distritos de Motupe y Olmos, no administradas por Epsel, se ejecuta en el marco del acuerdo suscrito entre el Organismo Técnico de la Administración de los Servicios de Saneamiento (OTASS) y la cervecería peruana Backus, además marca el inicio del trabajo articulado entre el sector saneamiento y la empresa privada.
El director ejecutivo de OTASS, Oscar Pastor Paredes, dijo que esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de miles de familias, que carecen de servicios básicos y que no pertenecen al ámbito de administración de la Empresa Prestadora de Servicios de Saneamiento (EPS).
“Hay muchos peruanos que viven en zonas vulnerables y alejadas que requieren de agua potable. Nosotros, conscientes de la necesidad de cuidar a nuestra gente y de abastecer a las zonas más afectadas por la emergencia sanitaria, cumplimos con nuestra tarea de proporcionarles el recurso, por lo que hemos establecido una alianza estratégica con Backus para pueda surtir de agua a nuestros camiones cisterna y repartirla gratis y de forma solidaria a los sectores no administrados por la EPS”, precisó.
Los más beneficiados con este reparto gratuito de agua potable son las miles de familias que viven en los sectores de Palo Blanco, Sonalipe, Cruces de Salas, San Isidro, El Papayo, La Desmotadora, El Sapote, Santa Elmira, y Apurlec, quienes muchas veces se abastecen de agua de canales de regadío, de pozos o de terceros que les vendían el recurso a altos precios y en malas condiciones, incluso, sin garantizarles su calidad apta para consumo humano.
Cabe resaltar que el distrito de Motupe se ubica a 80 kilómetros de Chiclayo y sus pobladores son, en su mayoría, personas dedicadas a la agricultura y al comercio, actividades actualmente paralizadas por la cuarentena, lo que los pone en una grave situación de vulnerabilidad.