Cargando...
Sociedad

Cítricos ayudaron a que niña de cuatro años derrote al COVID -19 en Moquegua

Buenas noticias. Menor era paciente cero en Moquegua. En la última prueba salió negativa al virus. Está estable y a la espera de que le autoricen retornar a Arequipa. Este viernes le dieron de alta.

larepublica.pe
DESINFECTADO. Centro de salud de La Huata fue fumigado como medida de prevención ante caso de coronavirus.

Rufino Motta

Calessy, de 4 años, es una guerrera. A su corta edad venció al coronavirus (COVID-19). La detectaron como portadora cero en Moquegua el pasado 04 de abril. Ella vive con su familia en el anexo de La Huata, distrito de Puquina (Sánchez Cerro).

Sus abuelos regresaron de un viaje de turismo por Panamá a la ciudad de Arequipa, en esta ciudad vive la niña y la madre. Toda la familia viajó al pequeño pueblo de donde son oriundos los abuelos.

Desde el 13 de marzo estuvieron en el poblado con la intención de evitar un contagio, pero el hombre de 74 años comenzó a sentir los síntomas y fue llevado al hospital del seguro de Arequipa. Ahí el resultado de la muestra que le habían tomado confirmó como positivo. Tras aferrarse a la vida por varios días, falleció en la Ciudad Blanca. El septuagenario además sufría de hipertensión y no resistió. En Moquegua, la alerta estuvo centrada en La Huata. El pánico se apoderó de las familias del valle.

En cuarentena

La Gerencia Regional de Salud tuvo que desplazar brigadas. El pueblo fue aislado, casas y calles fueron desinfectadas. Ubicaron una garita de control y nadie salía y tampoco entraba, excepto el personal de salud. A todos sus habitantes les tomaron las muestras. El médico del centro de Salud de Puquina, Óscar Camargo, refiere que en 31 personas el resultado fue negativo; y de quien no se imaginaba, la menor, salió positiva. Ella fue diagnosticada asintomática.

La obstetra Yolanda Catacora es una de las profesionales que siguió de cerca a la paciente y cuenta que la menor se mantuvo estable todo el tiempo y no decayó como se presagiaba. No tuvo fiebre de 40 grados y tampoco presentó dificultades respiratorias. En un momento, tuvo rinitis y diarrea, pero en dos días pudo salir airosa. No fue necesario usar en exceso los jarabes de paracetamol que tenía disponible. Lo que sí priorizaron es proveer de alimentos ricos en vitamina C como los cítricos. En una última prueba que le hicieron, salió negativa. Ayer por la tarde EsSalud le dio de alta.

Este ejemplo revela que también es posible derrotar al COVID-19. La Huata es un valle enclavado entre los cerros, en la frontera entre Arequipa y Moquegua. Su mejor presentación es la producción de lima dulce. También cultivan paltas, manzanas y otros frutos. Su principal mercado es Arequipa.

La progenitora de la niña prefiere no hablar sobre el tema. De cierto modo, cree que entre los pobladores hay resentimiento y los culpan por la situación que se ha generado en el anexo y que en el futuro sus frutas podrían ser rechazadas. Yolanda Catacora agrega que otro factor que ayudó a la niña es el cuidado que tuvo su madre durante el proceso, pese al dolor que le tocó vivir por la pérdida de su padre. Manejó el asunto con reserva, a tal punto que no le dijo a la abuela de la niña lo que pasaba. En el valle, la gente es muy creyente. Se encomiendan al Señor de Las Arenas, cuya fiesta se celebra el 28 de diciembre.

Durante la cuarentena, en La Huata implementaron el protocolo y las acciones de prevención.

El gerente regional de Salud, Roy Ramos, comentó que las medidas que se adoptaron oportunamente permitieron evitar la propagación del virus. El trabajo para superar el problema mental fue arduo. Psicólogos que fueron a la localidad realizaron charlas y hasta talleres con la comunidad en la plaza. Ahora, los agricultores retornan progresivamente a sus actividades.