El virus que hasta la fecha ha cobrado la vida más de 100 mil personas en el mundo puede afectar diferentes órganos del cuerpo humano, como el corazón y los riñones; no obstante, por lo que se ha visto en el poco tiempo que se conoce la enfermedad, el pulmón es su víctima preferida.
Cuando el microrganismo llega a este órgano se apresura en reproducirse y provoca una infección respiratoria, como lo es la neumonía, que incluso puede derivar en la muerte del paciente.
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Doris La Chira, neumóloga de SISOL, señala que la neumonía por Covid-19 ‘‘es más agresiva porque invade los pulmones’’ y que aún no se cuenta con una cura, mientras que para la ‘‘neumonía común y corriente se utilizan antibióticos’’.
Por su lado, el infectólogo del Colegio Médico del Perú (CMP), Luis Pampa, explica que es posible que el virus se aloje en las vías respiratorias superiores o inferiores. En el primer caso, el paciente puede ser diagnosticado con infecciones como laringitis, amigdalitis, entre otras; mientras que en el segundo, el pulmón puede verse afectado.
‘‘La infección empieza a provocar inflamación en el tejido. (…) Ya sea que se trate de las vías respiratorias superiores o inferiores, el virus, que de por sí no es una entidad viva, necesita de células. Entra al tejido pulmonar y empieza a reproducirse dentro del pulmón. Utiliza el tejido para hacerlo’’, indica Pampa.
Este proceso provoca dos hechos, según el especialista. Por un lado, al usar el mismo tejido pulmonar para reproducirse dentro de él, aumenta el virus en este; y, sumado a ello, también se produce una inflamación. ‘‘Cuando uno tiene una infección, hay aumento de glóbulos blancos que son propias del estrés o del daño tisular’’, sostiene el infectólogo. Aquello provoca un compromiso pulmonar.
‘‘Lo que pasa es que se destruyen las células. Cuando tu pulmón está bien, su parte funcional logra respirar’’; no obstante, si un virus entra, se produce la destrucción del tejido, que incluye bronquios, bronquiolos, pero sobre todo alvéolos, lo que incluso puede conllevar a un ‘‘incremento de secreción porque hay glándulas mucosas en vías respiratorias que aumentan’’. Se reduce la capacidad del pulmón de hacer un intercambio de oxígeno porque los alvéolos, bolsas diminutas de aire en las terminaciones de los bronquiolos, están inflamados. Debido al excesivo daño pulmonar la función respiratoria se ve comprometida, por lo que el paciente necesita ventilación mecánica.
Si bien no existe un ‘‘patrón de muerte’’, Pampa comenta que hay personas que fallecen tras ‘‘primero hacer insuficiencia respiratoria y luego un paro cardiaco’’. Sin embargo, ello dependerá del sistema inmunológico e historial clínico del paciente.
Juan Villena, infectólogo de EsSalud y exdecano del CMP, explica que la muerte de una persona puede ocurrir a pesar de estar conectada a un respirador. ‘‘Hay un momento en el que el pulmón se pone muy duro para respirar y ya ni siquiera responde para captar el oxígeno. Si el pulmón no cumple con su rol, estamos perdidos. ¿Cómo puede respirar?’’, finaliza.
La Chira resalta la importancia de la vacunación ‘‘para impedir que la influenza o neumonía, generalmente causada por neumococo, empeore’’, sobre todo en adultos mayores, quienes son un grupo de riesgo ante las infecciones respiratorias.
Así ataca el virus a los pulmones.